La humorista y presentadora Eva Hache será la encargada de presentar el próximo domingo la entrega de premios de los Goya 2012. Promete una velada rítmica y amable.

¿Qué hace una chica como usted en una gala como la de los Goya?

Hacer que una fiesta en la que se van a entregar y recibir 29 premios tenga ritmo y resulte entretenida. El reto es lograr que nadie se aburra y que el acto se convierta en un espectáculo televisivo a pesar de que, a priori, no lo es.

¿Le ha dado algún buen consejo su antecesor, Buenafuente?

No, no hemos hablado. ¡Igual cuando me entre la desesperación le llamo! (Risas) De todas formas, su trabajo en años anteriores nos ha dado muy buenas pistas sobre cómo hay que repartir los tiempos para evitar que la gala se convierta en algo tedioso, como ha sucedido en otras épocas. Las dos ediciones que Andreu presentó fueron estupendas. Creo que la Academia de Cine ha sido muy inteligente escogiendo a gente que dominamos el tempo televisivo para esta tarea.

En los Globos de Oro sube la audiencia cada vez que el presentador, Ricky Gervais, se burla de los actores y les hace sufrir. ¿Pondrá usted en apuros a algún invitado?

No creo que el índice de audiencia vaya a crecer porque el presentador sea cruel. Lo que creo que le interesa al público es ver quién se lleva el premio, qué vestido lleva su actriz favorita en la fiesta anual del cine y, más que nada, cotillear... porque desgraciadamente las películas nominadas no han sido muy taquilleras.

¿Usted las ha visto todas?

Sí, todas. Y tengo favorita, pero no me voy a decantar públicamente por ninguna.

Con tantos ensayos que requiere una gala como la de los Goya, ¿va a poder salirse del guión?

Claro, es un espectáculo en directo y yo me caracterizo porque si veo a gente viva, respondo a los estímulos. Lógicamente no me voy a inventar en el momento el Poema del Mio Cid, pero algo haré. Trabajo con guionistas regularmente y gracias a eso nos tenemos el suficiente poco respeto como para que pueda improvisar sin miedo.

Con la que está cayendo, ¿habrá tiempo suficiente en la gala para hacer mofa de todas las miserias que nos rodean?

Las miserias son tantas que si nos dedicáramos a hablar de ellas, aunque fuera de un modo divertido y haciendo chanza de ellas, no quedaría tiempo para entregar los premios, que es lo más importante. Es la primera vez que algunas personas van a subir al escenario para agradecer un galardón, con todo su nerviosismo y emoción. Eso también forma parte del espectáculo. No vamos a hablar por tanto ni de política ni de sociedad. Vivimos en este mundo y todos sabemos qué se está cociendo, pero la gala de los premios no es el foro para eso.

¿Le ha llamado ya la Casa Real para advertirle de que no debe hacer bromas de Urdangarín?

(Risas) Todos los humoristas de este país sabemos que hay barreras... A la Casa Real, me temo, no le hace falta ya que se hable más.

¿Por qué los premios de cine se olvidan casi siempre de las comedias?

No tengo ni las más remota idea… pero es verdad que cuando un drama emociona y toca la fibra sensible suele convertirse en más grande. La comedia sirve para pasar un buen rato, pero si uno piensa en cuál es su película favorita probablemente recuerde alguna de esas que provocan panzadas de llorar y se graban en nuestras entrañas. Te advierto que esto que te acabo de decir es una teoría que me he sacado ahora mismo de la manga.

¿Cine español o… cine español?

Me gusta mucho el cine español porque puedo ver las películas en versión original y eso me parece que es una gran ventaja. Además, tenemos actores y directores y operadores de cámara fantásticos. Creo que la imagen que se ha dado de las películas españolas ha confundido a mucha gente. Hay espectadores que dicen que el cine español es un horror porque solo habla de la guerra civil. Esas etiquetas le han hecho daño. Las películas nominadas de este año son una prueba de la gran variedad que existe en nuestro cine: no tienen nada que ver unas con otras…

¿Se atrevería a confesar qué actor español hace que le tiemble la Hache?

Antonio Banderas, José Coronado, Daniel Brühl y Raúl Arévalo… son buenos actores. En general, el español es una persona que sabe contar bien los chistes e interpretar. Nuestros intérpretes tienen un nivel muy bueno.

¿La crisis del cine es lo contrario a los nuevos contratos laborales: continua e indefinida?

Eso dicen. Desde que empecé a trabajar en la interpretación he oído hablar de crisis en el teatro y el cine. Es complicado porque se trata de trabajos cuya finalidad es el entretenimiento. Quizá al panadero le resulte nuestro cometido una frivolidad, pero los que estamos dentro sabemos que es muy duro, que no estamos todo el rato de cachondeo y que se lleva muchas horas de nuestra vida. En situaciones de crisis el entretenimiento sufre más que otros sectores porque una película o una obra de teatro son menos necesarias que una barra de pan. Pero esto es lo que nos toca.

Nació en Segovia en 1972. Tras estudiar Filología Inglesa, comenzó a trabajar como actriz de teatro. En 2003 ganó el cuarto Certamen de Monólogos de El club de la comedia, lo que le abrió las puertas de la televisión. Desde entonces ha trabajado en La noche... con Fuentes y cía, Noche Hache, Saturday Night Live y con Hache de Eva, convirtiéndose en uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla.