Los rostros del paro, tres meses después, cuentan cómo empiezan a ver la luz al final del túnel

Cinco personas, cinco historias sobre el drama del paro.
Cinco personas, cinco historias sobre el drama del paro.
JORGE PARÍS
Cinco personas, cinco historias sobre el drama del paro.

Enero acabó con un triste récord: 4.599.829 de personas están en paro en España, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Es la cifra más alta desde que se tienen registros comparables y supone un incremento de un 8,7% en relación a hace un año.

Las perspectivas, además, no son nada halagüeñas. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decía el miércoles que este año será malo, nuestra economía se contraerá y aumentará el paro, aunque la creación de empleo es "el objetivo del Gobierno".

Hace tres meses, 20minutos.es le puso rostro al drama del desempleo. Cinco personas contaron entonces cuál era si situación y cómo la vivían. Había quien había agotado su prestación por desempleo, quien acababa de perder su trabajo o acababa de encontrarlo. También había quien había decidido montar su propio negocio y quien alternaba periodos de paro con contratos eventuales. Ana, Lola, David y Patricia comienzan a atisbar las mejoras en su vida. Georgina, la quinta persona que habló con 20minutos en noviembre, no pudo ser localizada.

Ana: "Acabo de renovar mi contrato"

Ana Mendoza, de 34 años y madre de dos hijos, encontró el pasado mes de noviembre un empleo tras casi dos años desempleada y varios trabajos esporádicos mal pagados. Ahora, tres meses después, ha superado el periodo de prueba y acaba de firmar la renovación de su contrato.

"Estoy contenta, el día 21 de enero firmé una renovación por nueve meses más", explica Ana a 20minutos.es. "Dada la situación, son nueve meses más de tranquilidad", confiesa esta joven de Galápagos, Guadalajara.

"Me adapté bien al trabajo y creo que ellos también están satisfechos conmigo", asegura Ana, que trabaja como dependienta en la tienda que Adolfo Domínguez tiene en la T2 del aeropuerto de Barajas. Sin embargo, su situación económica solo ha mejorado ligeramente.

"Mi marido sigue sin encontrar un trabajo fijo", afirma Ana. Valentín, de 44 años, era transportista hasta que fue despedido hace dos años. Actualmente, trabaja esporádicamente como DJ. "Si tuviéramos dos sueldos estables, podríamos remontar, pero de momento vamos pagando las deudas", aclara Ana.

Lola: "Encontré trabajo hace 15 días"

Lola Hernández, la madre de familia que también se responsabilizaba de su hija mayor, el marido de esta y sus dos nietos, encara el día a día, tres meses después, de una forma mucho más optimista.

"Encontré empleo hace 15 días en una fábrica de dulces. Fue por enchufe, gracias a una amiga. Aquí, si no es así, no trabajas".

Al teléfono, la voz de esta murciana suena notablemente más alegre que el pasado mes de noviembre, a pesar de tener solo un empleo temporal. Para alguien que llevaba dos años en paro y había agotado todas las prestaciones, la contratación parcial proporciona algo de "optimismo".

"Mi yerno y mi hija siguen en paro, pero tengo más esperanza. Ahora empieza la temporada de la alcachofa. Vamos a ver si las heladas han dejado algo y las empresas cogen gente", puntualiza.

David: "Me interesa currar, sea de lo que sea"

David Tauste, licenciado en Sociología, llevaba tres años alternando trabajos de corta duración y meses de paro cuando habló con 20minutos.es. Ahora, continúa sin trabajo.

Explica que ya ha finalizado el curso del INEM sobre investigación de mercados que estaba realizando. "Sigo buscando de lo mío, pero también cualquier otra cosa que salga: de camarero, de reponedor, de portero, de teleoperador… Ahora lo que me interesa es currar, sea de lo que sea, pero es que no hay nada", explica.

"De momento el curso sólo me ha servido a nivel personal, para aprender, pero es pronto para saber si me ayudará a conseguir un empleo. Lo acabo de terminar", comenta David. "He empezado otro curso, de redacción y corrección, pero lo hago sobre todo para no estar parado. También estoy colaborando como redactor online, pero sin cobrar. Lo único que saco de estas colaboraciones gratuitas es experiencia", añade.

"Se me acaba el dinero y no parece que vaya a poder irme de casa de mis padres pronto", asegura David con preocupación.

Patricia: "Intento que la experiencia sea positiva"

Patricia Gómez-Calcerrada, de 29 años, abrió en el madrileño barrio del Pilar su propio centro de estética tras quedarse en paro. El pago único de la prestación por desempleo, sumado a algunos ahorros, hizo que tuviera que pedir muy poquito dinero prestado para poner en marcha su pequeño negocio, que finalmente abrió en enero.

"Voy poco a poco, el mes de enero ha sido muy flojito, pero me lo esperaba, es normal tras la Navidad". Patricia está contenta, porque la peluquería que está encima de su gabinete le envía algunas clientas.

"Está complicado, pero intento que la experiencia sea positiva".

Ahora piensa en cómo invertir algo más en su local, si la cosa le va bien. "Estoy esperando estos dos mesecitos a ver qué pasa", afirma esperanzada.

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