No hace tantos años, cuando la crisis estaba a punto de abatirse sobre Europa, cuando en España se construían viviendas sin descanso y los precios subían de igual modo, tuvimos dos poceros-constructores.

El "pocero malo", Francisco Hernando, levantó aquel desierto de ladrillo en mitad del desierto que fue El Quiñón, en Seseña. Construidas hace diez años, las 5.000 viviendas no han sido "aceptadas" por el ayuntamiento de la localidad toledana hasta agosto de este año, tras un largo litigio y la desesperación de casi 3.000 familias (2.000 pisos no se habían vendido).

El "pocero bueno", José Moreno, había construido ya algunas promociones sociales, pero se hizo famoso cuando intentó levantar en Fuenlabrada viviendas a precios asequibles para los más jóvenes. En ese momento, la subida de los precios y la negativa de los bancos a darle la financiación necesaria hicieron casi inviable el proyecto.

Pero tres años después, Moreno está dispuesto a impulsar nuevas viviendas baratas. Para ello ha cerrado acuerdos con otras promotoras para construir 192 viviendas en Fuenlabrada y otras 60 en Pinto bajo las condiciones pactadas.

De este modo, unos 250 jóvenes de la cooperativa, casi todos los que están apuntados a día de hoy, tendrán una de sus populares viviendas baratas. En el caso concreto de Fuenlabrada, de hecho, hay unas 15 viviendas libres de tres habitaciones y trastero que todavía buscan dueño a precios de unos 90.000 euros.

El 'pocero de Fuenlabrada' ha contado asimismo que en la localidad de Carranque se están alcanzando acuerdos con otra promotora para construir unos chalés. De este modo, según ha relatado el constructor, quedarán por gestionar las cuestiones relativas a unos 18 cooperativistas. Es el modo en el que ha tratado de solucionar los problemas por los que atravesó.

"Seguiremos haciendo viviendas como originalmente hicimos, por 80.000 o 90.000 euros", ha dicho Moreno. Según él, "ahora se podrían hacer las viviendas baratas con más facilidad porque ha bajado el coste de la mano de obra", pudiendo pagarlas así los jóvenes, que ha lamentado que ahora no lleguen ni siquiera a la categoría de 'mileuristas'.

Más de 1.500 personas hicieron cola durante una semana a las puertas del centro cívico de La Avanzada, en Fuenlabrada, el 15 de noviembre de 2008, con el objetivo de apuntarse a la cooperativa de este popular promotor. Tras apuntar a unas 3.000 personas a su cooperativa, el promotor tuvo que hacer frente a la subida de los precios de algunos de los terrenos que tenía apalabrados fruto de la gran repercusión mediática que había tenido su llamamiento público para apuntar cooperativistas.

Una vez solucionados estos problemas, Moreno hizo públicos los municipios en los que pretendía construir los pisos de sus cooperativistas y comenzó a negociar la financiación con los bancos, cuestión que resultó ser más complicada de lo que en un primer momento se preveía y que le ha impedido finalmente construir por sí mismo las viviendas para sus cooperativistas.