A tenor de la polémica generada por el informe de la Agencia Tributaria que destacaba que los pequeños empresarios españoles y los autónomos ganan mucho menos que cualquier asalariado, algo que los técnicos de Hacienda valoran como "fraude", la indignación y el estupor han hecho mella entre los autónomos.

Decir que, de media, el dueño de la cafetería gana menos que el mileurista al que sirve todas las mañanas el café, es considerado por los autónomos una exageración que no tiene en cuenta la crisis por la que están pasando.

Los autónomos se defienden y acusan a Hacienda de no mirar en la dirección correcta cuando se quiere controlar el fraude. La Unión de Profesionales y Trabajadores, UPTA, aclara, a través de una nota de prensa, que "las declaraciones medias en el régimen de estimación directa del IRPF de los autónomos han disminuido en los últimos años, casi un 11% en 2008, y un 8,7% en 2009, debido a las especiales dificultades económicas por las que atraviesa el colectivo, especialmente afectado por la crisis." UPTA le recuerda además a Hacienda que "no todos los autónomos son notarios o profesionales liberales, sino trabajadores manuales o pequeños comerciantes, que tienen grandes dificultades para el mantenimiento de las rentas familiares y que cuentan con escasa protección social".

"Que dirijan sus miradas para controlar el fraude hacia los paraísos fiscales o las sociedades de inversión", dice Sebastián Reyna, secretario general de UPTA España.

Si en 2009,  en el IRPF la declaración de rendimientos netos de un asalariado era de 19.359 euros, de media, un autónomo declaraba un rendimiento medio de 10.832 euros, si tributaban con el sistema de módulos (que es una estimación objetiva) o 11.036 euros si tributaba con el método de estimación directa.  En cualquier caso, una media de unos 8.400 menos que lo que declara un asalariado, todo un récord, que deja atrás la diferencia de 6.833 euros que se marcaba en 2007, en momento de expansión económica.

A los técnicos de Hacienda no les cuadran estas cifras y hablan abiertamente de "fraude". Para José María Molinero, ténico del Sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, "existe fraude, porque, aunque es cierto que con la crisis económica ha habido un aumento del número de autónomos que han tenido que cerrar, también es verdad que la brecha fiscal entre lo que declaraban autónomos y asalariados se ha ido incrementando y se ha intensificado en 2008 y 2009".

"Los primeros datos estadísticos se remontan a 1993 y ya entonces un autónomo declaraba de media 2.000 euros menos que un asalariado", explica Molinero a 20minutos.es.

Hacienda sabe que los defraudadores más comunes se concentran en el sector de la construcción y sus servicios auxiliares (albañiles, reparadores, electricistas...), pero también en el sector del servicio al hogar (reparaciones, cerrajería, fontanería...) y en la hostelería. "Donde hay pagos al contado, a minoristas, hay una fuente de fraude", dice Molinero.

Cuántas veces no hemos escuchado eso de: "¿te lo hago con factura o sin factura?", como si fuera una opción de compra.

Molinero le da en parte la razón a UPTA en el punto que se refierea a la lucha contra el fraude. "El fraude de las grandes corporaciones empresariales es muy relevante. El microempresario o autónomo, a diferencia de las grandes empresas, no tiene a su disposición un gran despacho de abogados que le maquille la contabilidad. Su fraude es pues relativamente fácil de descubrir. El 80% del fraude corresponde a las grandes fortunas y las grandes corporaciones empresariales que evaden impuestos en paraísos fiscales, a través de de sociedades patrimoniales, Sicav (Sociedad de Inversión de Capital Variable ), etc." Y aquí explica Molinero cómo los acuerdos de cooperación con las autoridades de los paraísos fiscales son "muy limitados" y solo se accede a enviar información si existen indicios de delito y si  el país solicitante ha iniciado previamente una investigación fiscal.

En total, en España hay cerca de 3 millones de autónomos, casi un millón y medio cotizan por el método de la estimación directa (la base imponible se calcula a partir de la diferencia entre ingresos y gastos)  y unos 600 mil por el sistema de módulos, una estimación objetiva que tiene en cuenta, por ejemplo, la electricidad consumida, los metros cuadrados del local, etc. El resto de autónomos son agrícolas y un gran porcentaje de ellos declara esta actividad como una segunda actividad, "un hobby", por el que ingresan menos de 3.000 euros anuales. "Son gente, por ejemplo, que hereda una tierra y luego lleva la cooperativa la fruta que recoge", aclara Molinero.