IU: el improbable árbitro que decidió el primer gobierno del Partido Popular en Extremadura

  • Polémica dentro de IU por su decisión de no apoyar al PSOE en Extremadura.
  • La presidencia federal exige a sus diputados que coten contra el PP.
  • Sus bases han decidido la abstención que entrega la comunidad al PP.
Los diputados electos de IU a la Asamblea de Extremadura, Víctor Casco, Pedro Escobar y Alejandro Nogales.
Los diputados electos de IU a la Asamblea de Extremadura, Víctor Casco, Pedro Escobar y Alejandro Nogales.
Jero Morales / EFE
Los diputados electos de IU a la Asamblea de Extremadura, Víctor Casco, Pedro Escobar y Alejandro Nogales.

Extremadura no es de las comunidades autonómas más pobladas ni de las económicamente más poderosas; sin embargo, en las últimas semanas está copando gran parte de la actualidad política nacional. Tras los resultados electorales del 22 de mayo, pocos podían imaginarse que este proceso desembocaría en la llegada del primer gobierno del Partido Popular a Extremadura.

¿Qué ha ocurrido para que el PP vaya a gobernar Extremadura?

En primer lugar, ocurrió que, como en gran parte de España, los votantes dieron la espalda al PSOE y giraron hacia el PP u otros partidos.  En el caso de esta región, los populares obtuvieron 32 escaños (con un 46,19% de los sufragios),  el PSOE obtuvo 30 (43,50%) e IU entró en la asamblea con 3 escaños (5,58%).

La unión de los partidos de izquierda habría dado una victoria pírrica sobre los populares por un escaño. Sin embargo, lo obvio al final no lo ha sido tanto e IU en Extremadura ha desafiado a propios y extraños y ha decidido abstenerse en la votación de investidura, con lo que entrega a los populares de José Antonio Monago el Gobierno autonómico.

¿Por qué sería histórico que gobernara el PP?

Porque el PSOE ha regido los designios extremeños desde sus primeros comicios en 1983. Una muy mala noticia para los socialistas, que pierden en un año tres comunidades fundamentales para ellos -Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura- y el próximo año las elecciones en Andalucía tampoco presentan una perspectiva halagüeña para esta formación.

¿Hay algún precedente de este caso?

A nivel municipal se han dado bastantes casos este mismo año. Sin embargo, el precedente autonómico más claro en el que una autonomía con mayoría de izquierdas fue gobernada por el PP es el de Asturias en 1995, cuando socialistas y comunistas sumaban 23 escaños y los populares 21.

¿Qué papel tiene IU en este contexto?

Desde luego, los tres escaños obtenidos por esta formación tienen una importancia capital y así lo han hecho valer. A pesar de las presiones, IU en Extremadura realizó unas consultas a sus bases (que votaron un 75% a favor de la abstención) y a su comité regional (que se pronunció de igual manera por 28 votos contra 19).

¿A qué se puede deber esta actitud de IU?

La razón alegada por la formación es que el PSOE lleva años haciendo "políticas de derechas" y que ellos van a optar por hacer oposición a las "dos derechas" del Parlamento, según el diputado Víctor Casco.  La formación de izquierdas se ha sentido ninguneada por el PSOE durante estos 28 años y recuerdan que los que más han pactado en esta región son socialistas y populares.

Tampoco hay que olvidar que el panorama de crisis ha castigado con dureza al PSOE y ha dado un pequeño empujón -en resultados electorales- a IU, por lo que es posible que muchos de sus miembros quieran separarse del "voto útil" y de políticas seguidistas del PSOE que no les han dado buenos resultados últimamente.

¿Qué ha dicho la dirección federal del partido?

La dirección del partido está muy contrariada con esta actitud, ya que, en campaña y tras ella, sus responsables como Cayo Lara y Gaspar Llamazares no se cansaron de repetir que su formación no facilitaría gobiernos de derechas. En realidad, también ha ocurrido a nivel municipal.

Cayo Lara ha llegado a calificar esta decisión como "una traición en toda regla" a la gente que ha sustentado el partido. Y Llamazares lo calificó de   "giro a la derecha", incomprensible para los "votantes de izquierdas".

¿Qué pasa si IU en Extremadura desobedece lo dictado en Madrid que aboga porque no se permita un Gobierno del PP?

La Presidencia federal ha decidido este martes pedir a sus tres diputados en Extremadura que rectifiquen y voten en contra del candidato popular en la sesión de investidura.

La cuestión es en extremo compleja. Por un lado, las diferencias entre PSOE e IU en Extremadura están ahí y se da el caso de que dos diputados electos por IU, Pedro Escobar y Víctor Casco, estaban de acuerdo en apoyar al socialista Fernández Vara. Sin embargo, tras dejar hablar a su partido y a sus bases, han pedido respeto para la decisión de las bases.

Por el otro lado, la decisión contraviene directamente las políticas fijadas por la dirección federal en Madrid. La estructura federal del partido facilita la disensión, pero no hay que olvidar que las formaciones y personas que se adscriban a la formación deben aceptar las líneas políticas aprobadas por las Asambleas Federales.

Especialmente peliagudo resulta el asunto en estos momentos, en los que la cúpula de IU se ha intentado acercar al movimiento 15-M (prominentemente asambleario), pero no acepta la decisión de su base extremeña y presiona para cambiar esa decisión.

¿Cómo se lo ha tomado el PSOE?

Guillermo Fernández Vara, candidato socialista, tuvo un primera reacción de buen talante cuando mostró "el respecto más absoluto" a la decisión de IU y afirmó que trabajarían desde la oposición como "habían querido los extremeños".

Sin embargo, horas después cambió el tono de su discurso con un categórico: "Que se lo guisen y se lo coman". "Si el PSOE no ha servido para IU desde el Gobierno, que no cuenten con nosotros para gobernar desde la oposición, porque con Extremadura no se juega", ha estallado Fernández Vara, que ya ha anunciado que no pactará nada con IU y que no apoyará una supuesta moción de censura.

Desde Madrid, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, tildó de "lamentable" la decisión de la formación de izquierdas extremeña.

¿Y cómo deja esto el futuro de Extremadura?

En una posición delicada. El PP, con Monago a la cabeza, gobernará en minoría y con una oposición muy fraccionada -algo que quizá sea su tabla de salvación-.  Los programas de IU y PP son fracamente opuestos y tendrán que limar muchas diferencias para que los populares tengan apoyo por este lado. El PSOE no conseguirá imponer muchas de sus ideas si no se apoya en IU, una posibilidad que parece lejana tras las declaraciones de Fernández Vara. La Junta Extremeña puede estar andando sobre la cuerda floja de la ingobernabilidad.

Si cuando empiece a gobernar el PP, IU se arrepiente de su decisión y decide vetar las políticas populares tendrá que esperar un mínimo de un año para presentar una moción de censura, algo que el PSOE ya ha asegurado que no apoyará. Si la situación no se arreglara, también el propio presidente Monago podría plantear una convocatoria anticipada de las elecciones. Pero todo ello suena, como poco, alarmante sólo un mes después de los últimos comicios autonómicos.

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