Estudiantes y sindicatos se muestran unidos en su pulso a Villepin

Si bien nadie quiere hablar de huelga general, el país ha amanecido con importantes paros en los servicios públicos y en sectores como la enseñanza.Miembros de doce asociaciones sindicales y estudiantiles que se enfrentan al Primer Ministro Villepin se manifestarán a lo largo de la tarde en París (que estará tomada por 4.000 agentes) y en otras 130 ciudades francesas en protesta por el contrato juvenil del Gobierno (CPE).
Un estudiante durante las protestas en Francia.
Un estudiante durante las protestas en Francia.
Agencias
Un estudiante durante las protestas en Francia.

Aunque no paralizada, Francia vive hoy al ralentí, especialmente en los servicios públicos, debido a la protesta contra el Contrato de Primer Empleo (CPE), con el temor de fondo de que haya brotes de violencia en las manifestaciones.

Unidas sin fisuras, las doce organizaciones sindicales y estudiantiles que se expresan desde hace dos meses al unísono en el frente contra el CPE esperan hoy marcar un tanto decisivo en su pulso con el Gobierno conservador de Dominique de Villepin.

No a la reunión

Coherentes con su postura inicial de exigir la retirada del CPE antes de abrir el canal del diálogo con Villepin, los cinco sindicatos de trabajadores (CFDT, FO, CGT, CFE-CGC y CFTC) han declinado en las últimas horas, y por ese orden, su invitación de ayer a reunirse mañana con él para mejorar su reforma laboral.

El primer ministro francés, Dominique de Villepin, había invitado ayer a las cinco confederaciones sindicales y a organizaciones estudiantiles a dialogar sobre el contrato juvenil (CPE) mañana miércoles, un día después de la jornada de manifestaciones y paros convocada para hoy.

Esta era la segunda vez -la primera, celebrada el pasado viernes, y a la que sólo acudieron los sindicatos, fue un diálogo de sordos-  que el jefe del Gobierno pretendía reunirse con las organizaciones opuestas al CPE.

La primera reunión con los sindicatos -las asociaciones estudiantiles no acudieron-, celebrada el pasado viernes, fue un diálogo de sordos.

"Habéis expresado vuestro desacuerdo contra el CPE. Tomo nota. Sin embargo, sigo convencido de que el diálogo puede permitir acercar nuestras posiciones y encontrar un terreno de entendimiento conforme con el interés general", escribe Villepin en la carta enviada a sindicatos y organizaciones estudiantiles.

Para "salir de la crisis", el primer ministro propone "discutir sobre las reformas" en el CPE, en particular sobre "los dos puntos que centran las inquietudes": el periodo de prueba y "las modalidades de la ruptura" del contrato.

El transporte, el más afectado

Todos evitan hablar de huelga general, pero esta "jornada de acción interprofesional" ha alterado mucho el tráfico en aviones, trenes, autobuses urbanos y metros.

La actividad en la administración pública también se ha resentido bastante, especialmente en la enseñanza (de un 27,28 a un 42,72 por ciento de huelguistas, según el Ministerio y los sindicatos, respectivamente).

Tres de cada cuatro universidades están bloqueadas y más de un millar de institutos, en base a datos de sindicatos estudiantiles.

Los sindicatos constatan también que las convocatorias de paros en el sector privado superan el "nivel de conflicto" que generó en su punto más álgido la reforma de las pensiones en 2003.

Precisamente, el seguimiento de los paros en el sector privado es una de las claves para medir el éxito de la cuarta jornada de acción nacional contra el CPE, que da carta blanca al despido sin justificar de los menores de 26 años en los 24 meses de prueba.

Pero el alcance del CPE es aún mayor de lo que se dice, según destaca hoy en su página de internet el diario económico "Les Echos": ese contrato puede ser aplicado hasta los 28 años, lo que amplía potencialmente su radio de acción a 1,5 millones de personas suplementarias, ya que basta con que lo firmen con 26 años.

Más grave aún -añade el rotativo- es que nada prevé que el CPE se transforme en CDI (Contrato de Duración Indefinida) una vez que el joven cumpla 26 años, y en casos extremos una misma persona podrá encadenar varios CPE durante doce años seguidos, incluso en la misma empresa, si hay un periodo de tres meses de paro entre uno y otro.

Más allá de la crisis política abierta por el CPE, lo que preocupa a la mayoría de los franceses es que esta reforma sea la punta de lanza de la "institucionalización de la precariedad".

135 marchas previstas

Dos de cada tres franceses desean que se retire la reforma, según la última encuesta publicada el lunes, mientras que se espera que centenares de miles de personas engrosen hoy las 135 marchas previstas por los sindicatos en toda Francia, aunque, como suele ser habitual, la más multitudinaria se espera esta tarde en París.

Son las previsiones que barajan los servicios secretos, según el diario "Le Parisien", que destaca, al igual que el resto de rotativos, el temor a que los "casseurs" (reventadores) de barrios conflictivos de las periferias urbanas vuelvan a protagonizar escenas de violencias.

Sólo en París habrá 4.000 agentes del orden.

En esa ciudad el dispositivo de vigilancia prestará especial atención a los jóvenes procedentes de los arrabales de la capital, considerados por las autoridades como los responsables de los actos de violencia más graves de las manifestaciones pasadas.

"Pondremos en marcha un dispositivo en los departamentos del extrarradio parisiense, sobre todo en las redes de transportes de metro y cercanías, para detectar e interceptar a estas bandas antes de que lleguen al lugar de inicio de la manifestación de París", indicó Mure, que afirmó que se prestará una atención especial a la tenencia de armas.

Desde que empezaron las movilizaciones contra el Contrato de Primer Empleo, impulsado por el primer ministro, Dominique de Villepin, hace casi dos meses, las fuerzas del orden han detenido a casi 1.500 personas.

De ellas, más de 600 en la última jornada de protesta convocada por los estudiantes el pasado jueves, que en París concluyó con los actos de violencia más graves registradas desde el inicio de las protestas.

Se trata de un sombrío panorama que puede dañar el futuro político de Villepin, quien almuerza hoy con los Reyes de España.

El enemigo en casa

Su rival en la derecha a la carrera presidencial de 2007, Nicolas Sarkozy, criticó el lunes su "rígida" gestión de la crisis y se pronunció de nuevo a favor de suspender la aplicación del CPE, el tiempo de negociar con los sindicatos, algo que apoya la patronal.

Villepin cuenta aún con el apoyo del presidente Jacques Chirac, que ha decidido "no alejarse" de París esta semana, según el Elíseo, debido a la crisis, a la que el jueves podría abrir una puerta de salida el Consejo Constitucional si se pronuncia contra el CPE.

Para el diario de izquierdas "Libéración", esta situación es "surrealista" y sería "tragicómica" si no hubiera tanto en juego.

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