Desde que la Bicicleta Vasca y la Vuelta al País Vasco tuvieron que fusionarse por los apuros económicos que ponían en peligro las dos carreras, el Santuario de Arrate pasó de ser el juez de paz de la primera al final de la etapa reina en la segunda. La subida al Santuario de Arrate, realmente la ascensión a Ixua con un desvío al templo, no es kilométrica, pero sí presenta porcentajes duros. Y otra particularidad: un descenso en el último kilómetro y medio con un curveo final. Una llegada rara que exige visión y colocación para evitar pérdidas de tiempo.

En Arrate, meta este jueves de la cuarta etapa de la Vuelta al País Vasco, ganó el holandés Wouter Poels, quien llegó en solitario. Y Alberto Contador, aunque retuvo su liderato en la Itzulia, perdió dos segundos con Alejandro Valverde precisamente en ese final, donde el murciano llegó tercero, tras (y junto a) el asturiano Samuel Sánchez, y a un segundo del ganador. “Nunca te gusta perder tiempo, y menos con un corredor como Alejandro Valverde. Pero en las dos últimas curvas siempre se puede perder tiempo y entré mal colocado y eso es lo que ha pasado”, comentaba en la Euskal Telebista el madrileño, décimo en la meta a 3 segundos de Poels

A la jornada, de inicio vertiginoso y con cinco puertos en el menú, no le faltaron ataques ni tampoco algún movimiento temprano de los hombres fuertes; Contador, de hecho, y en persona, tomó la iniciativa para neutralizar un movimiento del campeón del mundo Rui Costa cuando la jornada había consumido unos 75 kilómetros. En todo caso, a 10 kilómetros del final ya no había ni fuga ni fugados. Un grupo donde estaban todos los grandes nombres se acercaba a la subida final. Manaron nuevos conatos ofensivos, porque así es la naturaleza de este deporte, pero el ritmo de Roman Kreuziger (Tinkoff-Saxo) no daba margen.

Con 4,7 kilómetros por delante apareció Contador otra vez. Una aceleración que solo encontró respuesta en un atento Alejandro Valverde. Un parón permitió el acercamiento desde atrás de los Peraud, Cunego, Poels, Spilak y compañía. Amagaría con ataques más serios Contador en otro par de ocasiones, pero entre ellas unos cuantos ciclistas habían ganado unos metros por delante. Entre ellos, Poels. A 3,4 Contador lanzaría un ataque mucho más serio y de nuevo Valverde se convertía en su sombra. Poels, en solitario, rodaba con 6 segundos de margen. Pocos en otro puerto; suficientes en Arrate por ese tramo favorable previo al final.

Y ganó Poels, un buen ciclista de 26 años, regular y constante en la montaña, aunque un punto por detrás de la élite escaladora. Su primer éxito en una carrera del WorldTour, su primer éxito de 2014 y una forma inmejorable de agradecer la confianza del Omega Pharma Quick Step belga, un equipo que pensó en él cuando el Vacansoleil anunció que dejaba el pelotón de cara a este año. A un segundo llegaron Samuel Sánchez y Alejandro Valverde.

Este viernes la Itzulia afronta una etapa de 160,2 kilómetros entre Eibar y Markina-Xemein. Aunque en línea recta, vía Alto de Ixua, apenas las separa una veintena de kilómetros, la ronda vasca propone un trazado con varios pasos por meta, cinco puertos y un final lleno de pimienta con los pasos por Gontzagaigana, Santa Eufemia, Ixua y el caserío de Aiastia. La última jornada en línea antes de la crono del sábado, precisamente en Markina-Xemein, sobre 25 kilómetros.