La jornada dejó como grandes triunfadores a los San Antonio Spurs que mantuvieron el invicto en su campo al superar la prueba de fuego del duelo que ganaron a los Golden State Warriors, el mejor equipo de la liga.

El ala-pívot LaMarcus Aldridge confirmó que es el recambio ideal como jugador franquicia del veterano pívot Tim Duncan y con 26 puntos y 13 rebotes guió a los Spurs al triunfo de 87-79 ante los Warriors.

Además de dejar en 35-0 su marca en partidos que esta temporada han disputado los Spurs en su campo del AT&T Center, el equipo texano sumó 33 triunfos seguidos de locales ante los Warriors.

La defensa del equipo texano limitó a la gran estrella de los Warriors, el base Stephen Curry, a 14 puntos, 16 por debajo del promedio de los 30 que tiene como líder de la liga.

Sin embargo, su triple le permitió conseguir al menos una canasta desde fuera del perímetro en 139 partidos consecutivos —mejor marca en la historia de la NBA—, que llegó en el tercer periodo, al superar el marcaje de Aldridge en su octavo intento del encuentro.

El resto de jugadores clave de los Warriors no pudo superar a la mejor defensa de la liga a la que tuvieron que hacer frente, y esta vez el maestro Gregg Popovich ganó a su discípulo Steve Kerr el duelo de entrenadores.

La victoria, la sexta consecutiva, permitió a los Spurs (59-10) ponerse a tres partidos de los Warriors (62-7) por el primer puesto de la Conferencia del Oeste. Ambos equipos deben disputar todavía dos partidos más entre sí.