El internacional italiano Mario Balotelli fue sancionado con tres partidos sin jugar en el 'calcio' italiano por comportamiento no reglamentario y proferir un insulto a un árbitro asistente al término del encuentro liguero que su equipo, el Milan, disputó este domingo contra la Fiorentina (2-2).

Según informó la liga de fútbol italiana en un comunicado, el juez deportivo Gianpaolo Tosel dispuso este martes esta sanción para Balotelli, quien de todos modos ya iba a perderse por acumulación de tarjetas el importante encuentro de la Serie A que el Milan, tercer clasificado, tiene con el Nápoles, segundo, la próxima jornada.

La sanción llega así por "comportamiento no reglamentario en el campo", lo que le valió una tarjeta amarilla que le hacía perderse el siguiente encuentro, a lo que se suman otros dos partidos sin jugar por "haber proferido a un árbitro asistente una expresión injuriosa en el recinto de juego al término del partido".

El polémico delantero 'rossonero' protagonizó además, según algunas fuentes, algún momento tenso en el túnel de vestuarios al término del encuentro del pasado domingo, en el que su equipo se dejó empatar un partido que ganaba por 2-0 cuando además el Fiorentina jugaba con un jugador menos por la expulsión del serbio Nenad Tomovic.

A Balotelli, que no estaba de acuerdo con la tarjeta que vio por comportamiento no reglamentario en una acción durante el partido y, en general, por el arbitraje del encuentro, el consejero delegado del Milán, Adriano Galliani, le impidió además que hablara a los medios en caliente en la zona mixta.

El Milan es tercero con 58 puntos, a cuatro del Nápoles, por lo que el partido del próximo fin de semana contra el equipo napolitano es de vital importancia para las aspiraciones de los 'rossoneri', un encuentro en el que finalmente Balotelli no participará.

El delantero italiano se perderá además el no menos importante partido de la siguiente jornada contra el líder de la Serie A, la Juventus de Turín, y asimismo, después, pero ya sin tanta trascendencia, contra el Catania.

El juez deportivo dispuso además una multa de 20.000 euros a la Fiorentina por los cánticos de tipo racista que algunos de sus aficionados profirieron en la segunda parte a dos futbolistas del Milán, así como por el insulto que al final de la primera parte uno de sus colaboradores le dedicó al árbitro por un arbitraje que fue muy polémico.