El jugador del Bayern de Múnich y exjugador del Athletic, Javi Martínez, ha comentado, acerca de las informaciones aparecidas sobre su visita nocturna a Lezama el pasado fin de semana, que le parece "increíble que haya gente que crea que esa historia es cierta".

"Es increíble que haya gente que crea que esa historia es cierta...", ha publicado este martes por la tarde el jugador internacional en su perfil oficial de la red social 'twitter'.

Según la versión de los hechos ofrecida por algunos medios de comunicación vizcaínos, ni confirmada ni desmentida por el club rojiblanco, Martínez se personó en Lezama en la madrugada del sábado al domingo para recoger sus enseres personales y al comprobar que las instalaciones estaban cerradas saltó la valla de acceso.

El hecho habría llamado la atención del guardia de seguridad que tras identificarle y mantener una discusión con el futbolista accedió a franquearle la entrada para que pudiera recoger las pertenencias de la que fue su taquilla hasta que realizó el último entrenamiento con el Athletic el 29 de agosto.

Esas fuentes señalan también que el armario de encontraba vacío y que todas sus cosas habían sido ya retiradas y guardadas en otra dependencia a la que el navarro no pudo acceder al encontrarse cerrada con llave.

Otra versión, confirmada en otros medios por fuentes cercanas al jugador, apuntan a que la visita de Martínez no se realizó de madrugada sino por la tarde-noche y que no saltó la valla sino que accedió a los vestuarios por la puerta principal.

Estos rumores añaden un episodio más a una turbulenta salida del Athletic del campeón del mundo cerrada después de que el Bayern de Múnich abonara los 40 millones de la cláusula de rescisión de su contrato con el club bilbaíno.

La víspera de concretarse el fichaje, Martínez abandonó Lezama por la tarde sin despedirse de los compañeros que habían entrenado con él ese miércoles y viajó a la capital bávara sin el permiso del Athletic para pasar el reconocimiento médico con el Bayern.

La noticia trascendió al ser sorprendido a su llegada a la ciudad muniquesa a pesar de intentar ocultar su presencia detrás de un paraguas.