El colombiano Jackson Martínez, ariete del Oporto –rival del Málaga en Champions–, fue retratado por la prensa portuguesa como villano, por su infantil error en un penalti que ejecutó al estilo Panenka, y como héroe, pues acabó por redimirse con dos goles que dieron el triunfo a su equipo.

Ante el Río Ave, el máximo anotador del campeonato luso, con 22 dianas en 20 jornadas, se atrevió a lanzar desde los once metros simulando al checoslovaco Antonin Panenka en 1976, pero con peor suerte. El colombiano lanzó un flojo disparo bombeado defendido por el portero esloveno Jan Obliak, que no se movió del centro de la portería.

El gesto temerario de Jackson se ensució minutos después, cuando los visitantes se adelantaron en el marcador en el 39. "Tengo que pedir disculpa a los colegas y a los aficionados por fallar un penalti de esa forma, pero felizmente, después conseguí acertar y ayudar a la victoria", comentó a los periodistas el delantero de 26 años.

En el 43, se redimió con el lanzamiento de otro penalti, esta vez ejecutado con fuerza, a media altura y ajustado al poste de Obliak. En su conmemoración, el ariete, que había fallado otro penalti en una reciente jornada ante el Olhanense, se dirigió a la grada y acercó sus manos al pecho como gesto de disculpas.

A falta de un cuarto de hora para el final del partido, el internacional colombiano volvió a hacer lo que más le gusta. Recogió un centro dentro del área, se revolvió y logró hacerse con un espacio para rematar a gol, el vigésimo segundo de 'Cha-Cha-Cha'.