Otra fiesta acuática para el deporte español, que no entiende de medallas si no hay líquido por medio. Las chicas del waterpolo ya están en la final olímpica. "Se dice pronto, ¿quién nos lo iba a decir a nosotras? Con todo lo que hemos trabajado estos meses, nos lo merecemos", decía la portera Laura Ester.

Lloraban las húngaras y lloraban las españolas. "Madre mía, podíamos llenar la piscina, vaya llantina nos hemos pegado", comentaba una de las estrellas del equipo Jennifer Pareja, todavía con varias marcas de la batalla que acababa de terminar: "Las húngaras sabíamos que iban a ser muy duras, pero las hemos defendido bien y en ataque hemos estado muy sueltas. Ahora, ya no es ir partido a partido, como antes; ahora es la final y vamos a morir por el oro".

Laura Ester también señalaba la defensa como clave de la victoria. "Yo estaba tranquila, porque me han ayudado mucho. No veía más que un bosque de brazos". Laura también se las tuvo tiesas con varias jugadoras rivales. "¿Qué le dije cuando ella me marcó un penalti y levantó el puño? Mira el marcador cari".

Se echa encima la final y el equipo está sin promesa en caso de oro. Las propuestas son variadas, pero al final parece que optarán por teñirse el pelo. "Raparse sería demasiado, así que a ver si concencemos a todas para que lo hagan", termina Jenifer.

Lo conseguirán, porque van todas a una: "Es la clave de este equipo, somos todas amigas, y eso es muy difícil en un grupo con tanta chica".

La final será ante Estados Unidos, equipo con el que ya se enfrentaron en la primera fase y que acabó con empate tras una gran remontada española.