Erik Morillas, del taller mecánico a poder soñar con el Mundial bajo el cobijo de Ángel Nieto

  • El piloto vallecano, de 26 años y mecánico de profesión, competirá este año en el Campeonato de España, pero su objetivo es llegar a correr el Mundial.
  • Para ello, cuenta con el apoyo de una familia muy motera y ahora también con el de un mito del motociclismo español: Ángel Nieto.
  • "Me gustó cómo vino y de la manera que vino; muy sencillo, con mucha humildad y pidiéndome que le echara un cable", dice Nieto; "Él lo es todo", responde Erik.
El piloto de carreras Erik Morillas y Ángel Nieto, su padrino.
El piloto de carreras Erik Morillas y Ángel Nieto, su padrino.
PUNTA TACÓN
El piloto de carreras Erik Morillas y Ángel Nieto, su padrino.

Quedan días para que se ponga en marcha el Mundial de motociclismo y, un año más, llega el turno de los Márquez, Lorenzo, Pedrosa o Rabat. Pero, detrás de estos pilotos que copan toda la luz de los focos, se esconden en la sombra muchos otros deseosos de una oportunidad para competir entre los grandes.

Uno de ellos es Erik Morillas, un madrileño de 26 años, mecánico de profesión, y piloto de carreras con algunos títulos ya en su palmarés y que este año competirá en el Campeonato de España de Superbikes que, para él, será una especie de antesala del buscado Mundial. "El objetivo es ganarlo. El día que te levantes por la mañana y no sigas con ese sueño, la has cagado. Siempre se piensa para adelante, para atrás, nunca", cree Erik, consciente de que todo lo que le está pasando "es una oportunidad".

Ese es su futuro más inmediato, porque el sueño de su vida es competir en el Mundial de motociclismo. "Quiero batirme con los mejores y sé que llegaré". Quizá ahí, algún día, se encuentre con su ídolo y referente, Marc Márquez. "Es un tío muy bueno. Hacer lo que hace él... Está por encima de los demás. Todo el mundo querría ser Márquez".

Su reto es difícil, pero cuenta con el apoyo de su familia, en especial de su padre, y no por ello siente más presión por fallar o no llegar al objetivo. "Presión ninguna. Mi familia está aquí porque yo lo quiero. Ellos están aquí por mí. Si no lo consigo, será por mí, no hay que culpar a nadie. Pero si lo das todo, no hay que sentirse mal".

También tiene el apoyo de un mito español, Ángel Nieto, que se convierte en el padre —deportivo— de Morillas. Porque la historia de Erik, vallecano y de origen humilde, bien se podría parecer a la del 12 + 1 campeón del mundo. Es este motivo, entre otros, el que ha llevado al mítico piloto a apadrinar al joven. "Me gustó cómo vino y de la manera que vino; muy sencillo, con mucha humildad y pidiéndome que le echara un cable. A mí me gusta la gente con ilusión, aunque luego las cosas salgan mejor o peor", comenta orgulloso el piloto, que rememora sus inicios: "Yo empecé un poco más jovencito, con 14 años me empecé a buscar la vida, aunque luego tardé unos años en ser profesional. Erik es un chaval, nunca es tarde para empezar".

Un chaval que se deshace en elogios hacia el campeón: "Lo es todo. Un tío que ha ganado 12 + 1 veces el campeonato del mundo... Es mi ídolo".

Por su parte, el consejo que le da Ángel es que disfrute, que se lo pase bien y que aprenda. "Yendo en la moto hay que pensar. No el que más gana es el más zumbado. Hay que llegar al final y lo más adelante posible, pero lo importante es llegar. Y aprender de cada carrera, de cada error".

"Sacrificas tiempo, trabajo... todo"

La historia de Erik se escribe desde el taller Morillas, de origen familiar. Allí se gana la vida y compatibiliza su trabajo como mecánico con el de piloto. "La pasión por las motos me viene desde pequeño, por lo que veía en la familia, mi hermano y mi padre —quien probó esto de las motos a lomos de una derbi en la época, precisamente, de Ángel Nieto—".

Sin embargo, nada es regalado. Como muchos otros deportes, entre los que se encuentra el motociclismo, el sustento económico marca, en gran medida, la carrera de un deportista. Pese a la apuesta de Brillante por él, los problemas de patrocinio son un hecho que lastra el desarrollo deportivo y, para solventarlos, Erik apuesta por una rutina que conlleva muchos sacrificios. "Sacrificas tiempo, trabajo... todo, pero este deporte me lo da todo, así que merece la pena". Por ello, su día a día es un frenesí. "Me levanto a las 6.30 de la mañana y hago diez kilómetros corriendo; me voy a trabajar al taller de 8.30 a 14 y hasta las 16 hago bici. Vuelvo al taller hasta las 20 y, después, hago otra horita y media de carrera", cuenta.

Encima de la moto, Morillas se define como un piloto "agresivo". "Las ganas encima de una moto se demuestran con la agresividad. Intento hacerlo lo mejor posible y cometer los menos errores posibles". Cuando se baja de ella, no es más que un chaval "normal". "No hace falta complicarse mucho la vida", sostiene.

Nieto: "Apuesto por el triplete en el Mundial"

El 13 veces campeón del mundo hace su apuesta para el Mundial que arrancará el 29 de marzo en Catar. "Creo que habrá triplete español, campeones en todas las categorías". Pero el madrileño avisa: "Si no se consigue, que la gente no crea que ha sido un fracaso. Estamos malacostumbrados, pero es que los nuestros son, de momento, los mejores".

"MotoGP creo que va a estar más reñido este año, veo a Lorenzo más contento. Y en Moto2 y Moto3 tenemos unos chavales que van como cohetes", sentencia.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento