"Nadie se acuerda de los pueblos pequeños"

Los ojos de Gloria (83) también se emocionan cuando recuerdan épocas pasadas. "Nací aquí, vivo aquí, me casé aquí y quiero morir aquí", declara y lamenta que "hay mucha menos gente que antes, y muchos mayores, de 80 para arriba los que más" porque "los jóvenes empiezan a marcharse". El cierre de la oficina bancaria es otro de los ejemplos de que "en los pueblos grandes van poniendo las cosas y en los pueblos pequeños, con eso de que son pequeños, no se acuerdan de ellos". Utiliza el ofibus, como el resto, para "ver la cartilla y sacar dinero" porque el cajero "no da más de 500 euros; tengo cinco hijos y nueve nietos, y ahora empiezan los cumpleaños", afirma.