La amenaza de Daesh: matar donde y como sea

Niza, Berlín, Londres… La secuencia del horror se repite: un vehículo o un simple cuchillo de cocina, un individuo que jura lealtad a Daesh (Estado Islámico) y mata en su nombre y una organización de ideología criminal que se atribuye la autoría para alimentar su máquina de propaganda. Todo ello en escenarios de la vida cotidiana, como una fiesta callejera, un mercadillo navideño o un lugar emblemático, dejando tras de sí un rastro de decenas de muertos.