Las esponjas antárticas muestran los graves daños del cambio climático

Durante tres años científicos chilenos se han sumergido en las gélidas aguas de la isla Doumer, en la Antártida. Días y días marcando y anotando los cambios de unas esponjas, centinelas del cambio climático. Y lo que muestran no es nada halagüeño. Son las heridas y los daños en sus tejidos producidos por el barrido de los glaciares durante un deshielo prematuro. 

El cambio climático que está experimentando el Continente blanco altera, por ejemplo, la salinidad del agua. Los científicos pretenden comprender cómo esto sumado al aumento de la temperatura del mar influye en la relación entre las esponjas y otros microorganismos.