Pepe, de 52 años, ha vuelto a casa después de nueve meses ingresado en el Hospital de Cádiz. Sus vecinos en Jerez de la Frontera le han recibido entre aplausos y lágrimas. Pepe estuvo a punto de morir en varias ocasiones, pero reinicia su vida aún con mucha recuperación por delante. 

Adrián, de 35 años, también acaba de salir del hospital, en este caso el de Castellón. Recibió la primera dosis de vacuna y a los cuatro días dio positivo y acabó en la UCI. 

Adrián y Pepe no se conocen, pero han pasado la COVID y envían un mensaje prácticamente idéntico a negacionistas y antivacunas: pasar una guardia con el EPI puesto como los sanitarios que les han atendido, sintiendo el miedo que ellos han sentido y viendo cómo mueren personas.