Forma parte del primer equipo de investigadores de la Universidad de Alicante (el único campus de toda España) que está realizando excavaciones en Pompeya. Ahora se ha convertido en una brillante dibujante de piezas arqueológicas.

Tiene el aspecto de una ciudad moderna, pero en ruinas. Las calles están completas, no hace falta hacer ejercicios de imaginación.

Por supuesto que sí. Hay que aplicar la metodología científica moderna para llegar a comprender la historia anterior de la ciudad.

Es como la Champions League de la arqueología. Es muy emocionante trabajar allí. Todo es mágico.

Sigo en el proyecto de Pompeya y ahora trabajo en el yacimiento de Libisosa, en Lezuza (un proyecto que financia Castilla-La Mancha, la Fundación El Monte, la Diputación de Albacete y el Ayuntamiento de Lezuza). Dibujo las piezas que encuentran mis colegas para contextualizarlas porque, si no, no tienen valor en sí mismas. Es como el último eslabón de la cadena de la arqueología.

El expolio es un problema muy grave, pero no creo que haya zonas donde exista más o menos.

Si lo comparamos con Italia, allí saben sacarle más partido. Aquí puede dar la sensación de que se vende más el sol y la playa que el patrimonio cultural, y eso es una pena. Mi experiencia con las instituciones, en cambio, es muy positiva.

Italia es una maravilla, pero no creas que existe mucha diferencia en cuanto a patrimonio artístico respecto a España.

Alicantina de 29 años. Licenciada en Historia (Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua), está terminando el doctorado en antigüedad.