En todo Aragón hay en la actualidad unas 4.000 viviendas nuevas acabadas, sin vender y vacías que no terminan de encontrar comprador, a pesar de que los precios se han ajustado ya con descuentos de hasta el 30%, según estiman los constructores de la comunidad. Y mientras, ya hay algo más de 30.000 aragoneses apuntados al Toc, toc a la espera de lograr una vivienda de protección oficial (VPO).

Entre el 70% y el 80% de estas viviendas, que aún no han tenido ni siquiera una primera transmisión de manos del constructor, se encuentran en Zaragoza. «La situación actual es muy complicada, eso es cierto, pero estamos haciendo todo lo posible para facilitar el acceso a los compradores», explica José Luis Roca, presidente de la asociación de constructores.

El año pasado, los visados para edificar viviendas nuevas (tanto libres como VPO) cayeron en torno a un 50% en la comunidad aragonesa. En el primer semestre de 2008 se concedieron algo más de 6.200 licencias. Es decir, además del elevado precio y los obstáculos que ponen los bancos para lograr una hipoteca, en la actualidad se está construyendo menos que hace un año.

Para facilitar el acceso al mercado del ladrillo, los constructores están trabajando para que se adapte la normativa estatal que permite convertir pisos libres en viviendas usadas-protegidas. «Tienen un precio algo inferior, aunque no tanto como una VPO, y ofrecen numerosos beneficios al comprador», asegura Roca.

La DGA prepara una normativa para permitir que las viviendas nuevas que no se logren vender se puedan sacar al mercado a un precio más bajo y con condiciones similares a las VPO en lo que respecta al contrato con el comprador (mejores condiciones en el préstamo y más ayudas principalmente).

El año pasado, el precio de la vivienda nueva construida en Aragón descendió un 7,8%, bajada superior a la de la media española (del 6,6%), según la Sociedad de Tasación. Los expertos prevén además que los precios sigan bajando durante este año 2009.

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