La acción de Víctor para expulsar a los okupas de su propia casa ha supuesto un gran revuelo tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales. El hombre, que regresó de sus vacaciones, encontró que un grupo de personas había decidido colarse en su casa e, invadido por la ira, llamó a dos familiares para echarlos inmediatamente del inmueble.

Este jueves, Espejo Público ha contactado en directo con Víctor que, tras haber cambiado la cerradura de la vivienda, ha mostrado algunos de los objetos que los okupas dejaron en la casa. Entre ellos, un colchón a estrenar que, incluso, conservaba parte del embalaje. También la piscina, que Víctor ha señalado que fue adquirida por los okupas.

"No son okupas por necesidad, sino que les gustaba esta casa y la estaban amueblando", ha apuntado Víctor que, además, ha explicado que la vivienda está siendo reformada y, quizá, por eso los okupas pensaron que estaba abandonada o que pertenecía a alguna entidad bancaria: "No han sido okupas vandálicos, sino okupas de vacaciones".

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Por su parte, Lorena García, presentadora del matinal, ha agregado: "No te gastas el dinero en una piscina si no tienes para comer". La periodista también ha destacado que los okupas llenaron la piscina con el agua de la vivienda, por lo que esa factura correrá a cargo de Víctor, quien ha resaltado que el coste del agua será menor que el de un proceso judicial.

El matinal de Antena 3 también ha contactado con Isabel Gambín, abogada experta en okupaciones. La letrada ha explicado que, si los okupas presentan una denuncia, Víctor podría enfrentarse a los delitos de coacción, daños, por haber roto la piscina; realización arbitraria del propio derecho, por haberse tomado la justicia por su mano; y allanamiento de morada, "si los okupas están haciendo de la casa su vivienda habitual".

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Alterada por la situación, Emilia Zaballos, abogada presente en el plató del programa informativo, ha recordado que Víctor rompió la piscina, pero los daños que los okupas hicieron en la vivienda son mayores, por lo que, en ese aspecto, los delincuentes tendrían más que perder que el propietario: "¿En qué país estamos? Esto es desproporcionado. La desconfianza en la ley no es solo de los ciudadanos, sino también de los cuerpos de seguridad del Estado, que se sienten indefensos".

Víctor ha recalcado que en ningún momento se dio una situación de violencia contra los okupas ni tampoco los amenazaron: "Fue el desalojo más cívico posible". De la misma manera, el propietario ha confesado que no ha puesto ninguna denuncia contra los okupas y que los agentes que acudieron al lugar no tomaron ningún dato.

Finalmente, Víctor ha destacado que "la buena población está cansada y la mala está encantada. En este país hay mucha más gente buena que mala", a lo que Zaballos ha agregado: "La legislación que tenemos no sirve para nada porque tarda un año".