Unos padres denuncian en 'Espejo Público' que los restos de su hijo han sido trasladados a una fosa común sin previo aviso

El matinal ha podido hablar con los padres del pequeño.
El matinal ha podido hablar con los padres del pequeño.
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El matinal ha podido hablar con los padres del pequeño.

Héctor, hijo de Sandra y Elías nació en 2015 y, a los pocos días, se contagió de un hongo que terminó arrebatándole la vida. Con solo 22 días de vida, el pequeño falleció y sus padres, que atravesaban un momento económico complicado, tuvieron que recurrir a un entierro benéfico para despedirse de su hijo.

En el año 2017, Elías fue a visitar el nicho en el que, supuestamente, debían encontrarse los restos de Héctor, pero se dio cuenta de que no estaban. Los restos del pequeño habían sido trasladados a una fosa común y nadie les había avisado de este movimiento.

Este martes, Espejo Público ha podido hablar en directo con Sandra y Elías, quienes, además, han señalado que encontraron los juguetes que habían dejado en la tumba de su hijo en otra sepultura. "Cada vez que nos poníamos en contacto con el cementerio de Barcelona, nos indicaban que cuando llegue el día en que acabe la concesión del nicho se pondrían en contacto con nosotros por si queríamos hacer algo con los restos. Nuestra idea era incinerarlos", ha explicado Elías.

"En ningún momento nos avisaron de nada. La sorpresa fue cuando fuimos al cementerio el pasado día 1 de abril y encontramos que la lápida de cemento que tenía no estaba y habían puesto una lápida de pladur delante. Cogí la escalera para mirar por arriba y mi sorpresa fue ver que el nicho estaba vacío", ha agregado el padre del pequeño.

Además, el matinal de Antena 3 también ha contactado con el periodista Ignasi Jorro, quien ha recalcado que no es la primera vez que sucede algo así, aunque ya se había advertido a la empresa responsable de que debían dar más garantías y avisar a los familiares de los fallecidos de lo que se iba a hacer con los restos.

Sandra, por su parte, sin poder contener las lágrimas, ha recalcado: "Es volver a revivirlo todo. Una y otra vez. Llamábamos por teléfono para preguntar cuándo vencía la concesión y nos decían que se nos comunicaría, pero nada. Le pregunté a la chica que estaba allí qué habían hecho con mi hijo, si lo habían tirado, si lo habían quemado... y no se atrevía a responderme. Antes tenía dónde ir y ahora... No es una decisión que hemos tomado nosotros, ellos decidieron sin avisar".

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