Entre el 13 de junio de 1985 y el 10 de abril de 1988, Jordi Hurtado fue consiguiendo su hueco en la televisión de nuestro país. El presentador, con Si lo sé, no vengo, saltó a la fama con este programa, emitido la noche de los jueves y, después, los domingos por la tarde.

El concurso se basaba en superar una serie de pruebas, la mayoría de ellas de carácter humorístico, mientras la voz de Juanjo Cardenal hacía varias preguntas al concursante, que tenía que responderlas a la vez que llevaba a cabo las pruebas.

Jordi Hurtado cumple años y las redes lo celebran con una lluvia de memes sobre su longevidad

El estrés era una de las constantes de este concurso, pues el concursante solo contaba con unos segundos para responder a las cuestiones de Cardenal. Así, cada prueba superada y cada pregunta respondida correctamente suponía que el aspirante acumulase kilómetros.

Sí, en este programa no solo se acumulaba dinero, sino también una distancia que, al final del programa, podía ser canjeada por el concursante por un viaje equivalente a los kilómetros conseguidos durante el juego. La última prueba del programa, llamada Doble o Mitad, el concursante podía conseguir el doble, o la mitad, de kilómetros o de dinero, pero esta prueba era opcional.

Finalmente, el concursante jugaba una prueba adicional en la que podía ganar premios adicionales. El primero, lanzar un dardo a una ruleta giratoria y, al abrir la casilla en la que el objeto se clavaba, el aspirante conseguía un color que se correspondía con un premio. El peor color era el negro, que daba al concursante un televisor en blanco y negro; mientras que el color blanco daba un premio millonario que se acumulaba al bote.