La sociedad de la nieve, la película de de Juan Antonio Bayona que relata el accidente que sufrieron ciudadanos uruguayos en los Andes en los años 70, ha sido nominada a los Oscar como Mejor Película Internacional y como Mejor Maquillaje y Peluquería.
Por ello, Todo es mentira ha conectado con Eduardo Strauch, uno de los supervivientes, quien estuvo durante 72 días en la cordillera. Y el uruguayo se ha llevado una sorpresa al enterarse en directo de la nominación de la película al galardón estadounidense.
"¡Qué alegría me acaban de dar! No sabía hasta ahora lo de la nominación", ha expresado Strauch. Risto Mejide le ha dado la enhorabuena al superviviente, y le ha preguntado sobre qué siente sobre esta nominación.
"Es tremendamente una emoción. Todo el proceso de la película de Bayona desde hace ocho años, y fue toda una experiencia increíble", ha expresado el entrevistado.
"Nunca imaginé que iba a terminar en un furor internacional, donde 200 millones de personas la han visto en Netflix y los jóvenes están como locos en TikTok con la película. Es muy emocionante y estamos muy conmovidos", ha manifestado Strauch.
Eduardo Strauch también ha explicado que están "muy contentos de que se haya contado la historia desde la única manera que hay que contarla con Bayona". De esta forma, el superviviente ha defendido que este filme, a diferencia de los dos anteriores que se hicieron sobre el accidente, es el que de verdad narra lo sucedido tal y como se produjo.
Las herramientas de los supervivientes en el accidente
El invitado en Todo es mentira ha detallado qué cualidades tuvo tanto él como el resto de supervivientes para mantenerse 72 días en los Andes: "Tengo y teníamos mucho más de lo que uno se imagina: el potencial mental para adaptarse a cualquier situación y nuestra creatividad que afloró porque era imprescindible para crear una sociedad de la nada".
El uruguayo también ha explicado por qué ese avión se estrelló: "Estábamos cruzando la cordillera, quedaban pocos minutos para aterrizar [...] pero el piloto viró hacia el norte. Yo estaba mirando por la ventanilla y los picos estaban cada vez más cerca [...] y unos segundos antes me arrollé esperando mi final". Así, Eduardo Strauch recuerda los sonidos y los olores del momento del accidente.
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