Cuatro emitió este lunes una nueva entrega de El debate de las tentaciones. El programa se vendió como el reencuentro entre Isaac Torres y Lucía Sánchez tras su hoguera de confrontaicón en La última tentación, pero se sabía que no era exactamente tal cosa, pues eran muchos los usuarios que habían compartido imágenes recientes de ambos juntos.

Lucía rompe su relación con Isaac en 'La última tentación': "En este cuento, Caperucita se ha comido al lobo"

Esto evidenciaba que había llovido mucho desde el momento en el que la pareja terminó su relación en República Dominicana. Justo después de que Lucía explicara que aún no había superado la infidelidad de Isaac en el reality, cuando este besó a Bela Saleem y que no había podido ver los últimos capítulos, entró Isaac en el plató.

Y lo hizo de una manera que no dejó indiferente a nadie: sin articular una sola palabra, le dio un beso a Lucía, dejando claro lo que ya se especulaba, que vuelven a ser pareja. Justo en ese momento, Sandra Barneda anunció una pausa publicitaria y, al regreso del programa, los invitados dieron las explicaciones pertinentes.

El catalán contó que, tras la grabación del programa, había tenido mucho tiempo para pensar y se había dado cuenta de que quería estar con Lucía. Además, confirmó que a día de hoy son novios, formando una pareja que se retomó hace dos meses.

La colaboradora Nagore Robles fue bastante dura con ambos y lamentó la reconciliación. "Tu entrada me ha parecido vergonzosa, lo has hecho marcando territorio". Por su parte, Lucía aseguró que había notado una gran diferencia en su novio desde que regresó de República Dominicana.

También contó que, durante un tiempo, la pareja no tuvo relación más allá de fiscalizarse y echarse en cara cosas que veían que habían hecho en las redes, como salir de fiesta y estar con otras personas. 

Después, la joven propició un encuentro con su por aquel entonces exnovio en Barcelona, aunque apenas hablaron. Eso sí, al día siguiente Iisaac telefoneó a Lucía y, desde ese momento, los dos comenzaron a fraguar su reconciliación.