Es la casa de los secretos, pero también la casa de las sanciones. Y es que los concursantes de Secret Story se ganan sanciones de la organización con una asiduidad que roza la costumbre. 

Ha sido en esta ocasión por comer lo que no debían, después de un reto que además no habían superado. Carmen debía lograr comerse tres galletas colocadas en su frente sin usar las manos, pero falló. 

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Tras el reto en directo, los concursantes debían devolver las 14 galletas que les habían dado para la realización del juego, pero el hambre hizo que se comieran ocho de los dulces, algo que les habían prohibido expresamente. 

Laila, Nissy, Carlos, Rafa y Carmen eran los autores de la tropelía y la organización les anunció que habría una sanción por cada una de las galletas que no habían devuelto, aunque no dejó claro si será para todos los concursantes o solo para los implicados. 

Antes de esa sanción, que probablemente se anuncie en alguna de las galas del programa, la organización ya había impuesto dos castigos. 

El primero llegó tras la gran bronca que protagonizaron Brenda y Nissy, a las que se les impuso una nominación disciplinaria. 

Poco después a Rafa se le ocurrió la poco amable idea de rayar la mesa de la cocina, con la complicidad de Carmen, algo que fue considerado como un acto vandálico. "Es la casa de todos y tienen el compromiso de cuidarla", les decía La Voz. 

En esa ocasión la sanción fue para todo el grupo, por lo que perdieron el 20% del presupuesto de la prueba semanal, por lo que el dinero que tienen disponible para comida es muy pequeño.