La loca, loca historia de 'Sálvese quién pueda' llega a Netflix: "Van a tener motivos para sacarnos la piel a tiras"

Presentación de 'Sálvese quien pueda', en Netflix.
Presentación de 'Sálvese quien pueda', en Netflix.
I. A.
Presentación de 'Sálvese quien pueda', en Netflix.

Tras 14 años haciendo hasta seis horas de tele en directo juntos, los excolaboradores de Sálvame son como la maquinaria de un reloj bien engrasada. Quizá un reloj creado por el Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas, pero precisamente por eso, verles interactuar es a la vez divertido, caótico e hipnótico. 

Este martes se presentó el nuevo reality de Netflix, Sálvese quien pueda, en el que los colaboradores "históricos" de Sálvame (Telecinco), viajan a Miami supuestamente en busca de nuevas oportunidades laborales. 

Belén Esteban, Terelu Campos, Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Kiko Hernández y María Patiño protagonizan los tres primeros episodios, de los seis disponibles, que estrena Netflix este viernes 10 de noviembre a las 21.00 horas (hora peninsular). 

Belén, Terelu, los dos Kikos, Lydia, Chelo, Víctor y María visitarán los canales de televisión más conocidos en habla hispana en Miami y en Ciudad de México, y serán recibidos por anfitriones que son estrellas televisivas en sus países y asistirán a las fiestas VIP donde podrá codearse con famosos internacionales.

Pero el reality mostrará también la convivencia y los entresijos de ese alocado viaje televisivo. "Éramos 43 personas de equipo, era un cuadro vernos en el aeropuerto, me siento orgullosa", decía Belén Esteban sobre Sálvese quien pueda, que en su opinión es un formato que sirve "para quitarte de problemas, para evadirse". "Fantasía pura, es para reírse y divertirse, somos lo más locos que hay", añadía.

"Hemos estado como una familia, nos queríamos y nos matábamos, pero me siento muy orgullosa de estas 7 personas, porque las he conocido en Miami. He venido queriendo mucho a mis compañeros", aseguraba. 

En esa línea opinaba Kiko Hernández: "He estado 14 años y hasta 20 con algunos de mis compañeros, pero encerrados en un plató y ahora la convivencia ha sido increíble, porque no les conoces hasta que convives con ellos".

"La experiencia a efectos personales y profesionales ha sido muy enriquecedor. Ha sido trabajo duro, con jornadas agotadoras. Hemos mirado hacia atrás con perspectiva y todos hemos entendido este reto profesional y está oportunidad como un regalo, una oportunidad de estar de nuevo al lado de la gente que nos ha querido, que nos ha odiado, que nos ha entendido o no, de nuestro público", aportaba Kiko Matamoros, en referencia a Sálvame, programa al que, según Belén Esteban, han dado "carpetazo". 

"Sálvame se ha acabado, pero el espíritu, no. A los detractores les va a encantar Sálvese quien pueda, porque van a tener motivos para sacarnos la piel a tiras", avanzaba Terelu sobre los posibles 'haters'.

María Patiño aseguraba que ha sido "la experiencia más sanadora" de su vida. "Llevo 24 años en tele y he hecho de todo y jamás he llegado a sentirme tan orgullosa de un trabajo como este. Si los admiraba a todos, ahora me pongo de rodillas. Por encima de lo que yo sienta está en público. Íbamos desgastados y cuando les he visto hacer lo que saben hacer, que es entretener, he dicho ‘qué suerte tengo’. He sido la que más he llorado, la Bustamante de esta edición".

Sobre cómo ha sido la grabación y el resultado, la presentadora contaba la anécdota de que uno de los cámaras le comentó que eran "como Mr. Bean multiplicado por 20".

"Me encantará que os divirtáis y que también que os emocionéis. Hay gente a la que veis como malos, pero además de malos, tienen corazón", avanzaba Víctor Sandoval.

Choques culturales

Los ocho colaboradores han conocido algunos de los programas más famosos de habla hispana en latinoamérica y han encontrado muchas diferencias. "Siempre pensaba en encontrar allí un programa parecido a Sálvame, pero no lo hemos encontrado. Allí había un señor con un pinganillo que decía 'di esto, di aquello' y yo pensaba ¿Donde está la espontaneidad?", reflexionaba Kiko Hernández. Matamoros puntualizaba: "Allí nos pedían mucha actividad, pero nos dieron libertad". 

Eso sí, nada de tacos, ni expresiones malsonantes, ni nada demasiado polémico. "Allí tienen un lenguaje mucho más correcto, porque aquí tenemos expresiones que allí no están permitidas y aquí las usamos porque las oyes hasta en el parlamento", explicaba Matamoros, que hacía ver que en EE UU "te cae una demanda por nada".

Sobre cómo será juzgada esta surrealista muestra de convivencia, María Patiño aseguraba que quien lo considere transgresor es que no sabe "de qué habla". "Tenemos ocho pensamientos políticos diferentes, conservadores y transgresores, con distintas formas de ser, de pensar y de expresarse", hacía ver. 

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