Vestida de blanco y acompañada por sus característicos rizos, Laura Madrueño entró con una antorcha encendida en la palapa de Supervivientes por última vez. 

La presentadora cerraba su debut en el reality de Telecinco muy emocionada. "Hace más de tres meses que abrimos esta palapa y me di cuenta de que formaba parte de algo grande", comenzó así su despedida.

"No tenía ni idea de lo que iba a suponer para aquella Laura, porque no os podéis imaginar lo que es formar parte de esta locura", continuó, mientras recorría los rincones de aquel lugar. "Ha sido el reto más importante de mi vida", declaró. 

Uno a uno, fue resumiendo a cada concursante hasta hacerles apagar las antorchas que portaban con una misma coletilla final: "Volvemos a casa". También hizo mención especial del "equipo humano que hay detrás de las cámaras: cocinas, barcas, salas de edición". 

"Gracias a todos los espectadores que dan sentido a este trabajo que tanto me gusta y que tanto amamos", dijo antes de dar media vuelta para salir de palapa. "Equipo, volvemos a casa", repitió entre lágrimas. 

El público del plató de Supervivientes se puso en pie para ovacionar a la presentadora. "Todos nos hemos enamorado de ella", dijo Carlos Sobera, quien la esperaba con los brazos abiertos en España.