¿Cómo eligen los temas que investigan?Son una serie de temas que elegimos en el equipo de redacción. Cuento con un equipo de periodistas increíble, la verdad, y somos todos periodistas implicados con la sociedad. Somos gente que lee prensa internacional, que leemos reportajes y vemos reportajes de todo el mundo. Al principio hacemos una propuesta de una batería de temas más amplia y luego vas avanzando, a veces por los que más vas progresando en cuanto a la producción y otras veces, cuando te empeñas, esperas el tiempo que haga falta para conseguirlo. También hay temas que surgen un poco por el camino, temas que nos han interesado siempre, que creo que forman parte de la sociedad y la premisa que queríamos era que bien por el tema en sí mismo o bien por el enfoque, fueran poco conocidos, que resultaran novedosos para el público en general. Queríamos hacer seis reportajes internacionales con factor denuncia y muy diferentes entre ellos.

Hay un elemento común y es poner de manifiesto que nuestros actos tienen consecuencias, incluso aquellos que parecen inocentes en un principio, ¿no es así?Sí, totalmente. Esto es algo que hemos hecho deliberadamente y es en lo que queríamos poner el foco a la hora de hacer estos reportajes. Muchas veces como sociedad acomodada, uno no se da cuenta de que los actos que hacemos de manera inconsciente para seguir formando parte de una sociedad estandarizada tienen consecuencias para otras partes del mundo. Queríamos enseñar a los espectadores que, por ejemplo, para que un niño desayune cacao soluble en Europa, que es el desayuno más habitual de los niños en España seguramente, pues hay un niño que tiene que empuñar un machete en África e irse a cultivar cacao.
​Y seguramente el niño español no tiene ninguna culpa, ni el padre que compra el cacao, pero realmente es algo que no hemos pensado y que está sucediendo. Ocurre lo mismo cuando uno va con su mejor intención a donar ropa a un contenedor y mete cuatro prendas en una bolsa y se cree que va a ir a la parroquia de la esquina para que las utilice alguien que lo necesita. Pues resulta que no, que los contenedores de ropa los gestionan en grandes empresas internacionales y que tal y como está canalizada hoy la gestión de esa ropa va a acabar llegando a África Occidental, donde se va a convertir en un problema medioambiental, en una emergencia medioambiental, porque la ropa es un residuo que tarda muchos años en descomponerse.

¿Qué otros ejemplos hay?Hemos estado en Acra, en la capital de Ghana y hemos visto que hay toneladas de montañas de ropa en vertederos ilegales por toda la ciudad, que los ríos están atestados de ropa, que no son ríos, no hay cauces, son montañas de entramados de ropa, de ropa basura, en las playas ocurre lo mismo, en el mar... todo. Hemos visto de primera mano en la India lo que va a ser la próxima pandemia, posiblemente lo que ya es la pandemia silenciosa: la mala gestión de los antibióticos, el mal uso que hemos hecho de los antibióticos nosotros mismos. En la India ya se están generando superbacterias, bacterias que no van a tener cura para ninguna de las personas con ninguno de los antibióticos que existen hoy en día. Y esto, según los expertos, va a generar 10 millones de muertes en todo el mundo a nivel mundial cada año. Hemos visto como realidades que están ahí, de las que participamos de manera inconsciente, pues tienen consecuencias que tal vez hasta ahora no hemos valorado y queremos poner un poco el foco para que la gente ponga atención en ellas.

¿Es posible vivir de forma completamente responsable en el mundo en que vivimos?Creo que es una gran pregunta y una gran reflexión, y la verdad es que creo que siendo una persona integrada en la sociedad y sin y sin parecer un outsider para nadie, es realmente complicado ser tanto ecológica como socialmente responsable. Creo que no es posible, tal y como está concebida la sociedad y tal y como está concebido el mundo en el que vivimos. Creo que se puede exigir como individuo a cada uno que dé el paso que quiera dar, en dejar de consumir carne, en vetar uno mismo el consumo de ciertas marcas porque piensas que están implicadas en la merma de derechos humanos en otras partes del mundo... Entiendo que como individuo hay quien puede hacerlo, que hay personas muy responsables, pero que tal y como tenemos concebido nuestro estilo de vida y tal y como lo tenemos asumido, creo que es muy difícil. Es muy difícil que alguien pueda ser totalmente responsable desde el punto de vista social.

¿A raíz de estos reportajes usted ha modificado en algo su forma de vida?Pues sí, yo realmente tengo que decirte que no compro apenas ropa. He dejado de comprar ropa como creo que nos ha podido pasar a todos en un momento dado de decir “bueno, pues me voy esta semana a ver si me compro una camisa porque tengo un acontecimiento la semana que viene”. Realmente he restringido mucho la compra de ropa e intento comprar el menor número de prendas posibles a lo largo del año. Me compré tres polos como este [lo muestra] para tener recambio cuando estás grabando en diferentes partes del mundo en las que no tienes la posibilidad de de lavarlo todos los días. Con estos tres polos me he hecho la serie entera de reportajes. No me he cambiado de polo. Sí, te vas concienciando, por ejemplo, en el hecho de consumir determinadas marcas de cacao que parece que te quieren lavar la conciencia porque les ponen un sello que parece que te garantiza que es hecho a través del comercio justo.

¿Podemos fiarnos siempre de esos sellos?Me he vuelto una persona descreída de esto. Sé que hay algunas marcas que realmente sí que se preocupan de que se produzca un comercio justo con el cacao y he intentado tener acceso a estas marcas.

¿También le ha pasado lo de tomar conciencia con los antibióticos?Cuando vuelva a tomar un antibiótico lo haré de la manera más responsable posible. No somos conscientes de esto que creo que todos hemos hecho alguna vez, de que te prescriben un antibiótico, te lo tomas dos días y al tercero y ya te encuentras un poco mejor y aunque tienes que hacer un ciclo de una semana, el cuarto día ya te encuentras mejor y ya lo dejas de tomar. Todo este tipo de cosas sin darnos cuenta están generando resistencia a los antibióticos y a nivel mundial estamos generando superbacterias. Ya no se me ocurre tomarme mal un antibiótico y si puedo evitar tomar un antibiótico lo evito.

Hablan de marcas, de sectores industriales, de lobbies… ¿les llegan presiones de esos sectores para que no publiquen o investiguen?No, a nosotros realmente no nos llega. A la hora de planificar el reportaje tampoco se lo consultamos a nadie. No vamos a ninguna marca ni a ningún gremio a decir “oye, vamos a hacer este reportaje”. Si hay alguien a quien preguntarle algo, sí que decimos “estamos haciendo un reportaje sobre esto”. Por ejemplo, hablamos con las asociaciones españolas que tratan el reciclado de ropa, cosas así, pero antes de plantearnos hacer un reportaje no contactamos con nadie. Creemos que lo lógico es hacer un reportaje desde la libertad total, sintiéndonos libres de informar y de conseguir la información que queramos. En temas sensibles que puedan afectar a marcas en concreto, entiendo que son temas que pueden afectar a los departamentos comerciales de la tele, que yo creo que lo gestionan de la mejor manera posible, pero a nosotros no nos llega. No nos piden que tengamos cautela, ni que ejerzamos ningún tipo de autocensura a la hora de hacer un reportaje. Actuamos con total libertad.

Hay un reportaje sobre la siembra de nubes. ¿Dónde está la frontera entre la realidad y conspiranoias como los llamados chemtrails?Nosotros hemos visto que, por ejemplo, en Dubai se hace de manera activa la siembra de nubes y el hecho de esparcir elementos químicos por la atmósfera de manera que puedan provocar la precipitación de la lluvia una vez que están formadas las nubes. Una cosa es que esto existe, es indudable que existe, nosotros lo hemos documentado, y otra cosa son las teorías de la conspiración. Hay aviones que vuelan y están emitiendo elementos químicos a la atmósfera para provocar precipitaciones. Eso lo hemos visto, eso no hay ninguna duda. Luego esas teorías de la conspiración que dicen que nos están fumigando para convertir a las sociedades en estériles o para que los campos de cultivo se impregnen de elementos químicos que nos van a convertir en personas maleables por las sociedades secretas. Eso yo no creo que exista. Yo te puedo decir que, en mi opinión, ninguna de las estelas que se ven en el cielo son aviones fumigando para que nos convirtamos en individuos estériles.

En el tema de la prostitución infantil es obvio que es el individuo el que pasa por encima del de la libertad y del bienestar de otras personas de forma consciente...Totalmente. Nosotros lo hemos visto claramente. Hemos hecho un reportaje sobre turismo sexual en la República Dominicana y hemos visto que una de cada cinco personas que viaja a República Dominicana viaja para tener relaciones sexuales, viajan con un fin sexual. Una de cada cinco personas. Es muy heavy, es muy fuerte. Son situaciones inadmisibles. Además, muchas de esas personas que viajan para tener relaciones sexuales buscan tener relaciones sexuales con menores. Esto va más allá de concienciar a la población de que son actos que hacemos de manera inconsciente y que perjudican a otras sociedades, en este caso lo que estamos es denunciando un acto delictivo y esperamos que caiga todo el peso de la justicia sobre las personas que actúan así.

¿Cuál ha sido el momento o el hecho que más le ha impactado de las grabaciones de esta temporada?Lo que más me ha impactado es la potencia de las imágenes que hemos conseguido en todos los puntos que hemos estado, en todos los países en que hemos estado. La fuerza de la imagen de las montañas y ríos de ropa basura en Ghana; el hecho de la aventura que supone llegar a una selva de Costa de Marfil por ir en moto, por carreteras estrechas, por caminos estrechos, en la selva, para llegar a un campo en el que por fin puedes documentar que hay niños trabajando para extraer el cacao. El hecho de recorrer los hospitales y las zonas endémicas de la India, en las cuales ves los vertidos que hay, cómo no se está haciendo nada para evitar la proliferación de superbacterias o el control de la información en Turkmenistán. El hecho de ir a República Dominicana y ver una población entera, un pueblo, convertido en un gran burdel al aire libre. O en Dubai, por ejemplo, ver el derroche absoluto que supone la quema de queroseno para mantener los helicópteros, tener decenas de edificios de 150 plantas que hay que enfriar con aires acondicionados, cómo están generando cultivos en zonas en las que solamente había desierto. cómo están realmente haciendo esto de llevando a cabo vuelos para generar lluvia y cambiar las condiciones de sequía permanente del país. En todos los puntos en que hemos estado hemos obtenido imágenes increíbles y eso con lo que me quedo.