Este miércoles, Iker Jiménez se pronunció en Informe Covid sobre el polémico concierto que ofreció el pasado fin de semana el cantante Raphael en el Wizink Center de Madrid. El evento sigue generando debate entre quienes creen que no era el momento ni las condiciones y quienes apuestan por que se trató de un show seguro.

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El presentador, además de hablar de la nueva cepa británica, no dejó pasar la oportunidad de posicionarse al respecto. Y es que, siempre suele mostrar desconcierto ante lo que considera una falta de conciencia social ante la situación generada por la COVID-19.

En esta ocasión, tanto él como los invitados al programa coincidieron al mostrar que no entendían que se permitiese el concierto cuando, en las casas, las cenas de Navidad se limitarán, en la Comunidad de Madrid, a un máximo de seis personas.

El recinto albergó a 5.000 personas en un espacio cerrado, algo que ha impactado a muchas personas pese a que los asistentes cumplieron con los aforos y la obligación de portar mascarilla. 

“Me parece demencial que eso pase en este momento. Es inaudito y no le entiendo, sería el ejemplo gráfico de darle facilidades al virus. Es el ejemplo de que el ser humano hace cosas inexplicables”, apuntó Jiménez. Su discurso fue apoyado por los colaboradores, que calificaron de "muy grave" que se permitiera la actuación.

"Es muy grave decirle a la gente, en estas fechas tan sensibles, que no nos vamos a reunir más de seis personas, ya que estamos hablando de burbujas y demás, y que permitamos dos conciertos en torno a las 5.000 entradas", añadió.

Por otro lado, y sobre la cepa británica del virus, los invitados al programa explicaron que había que mantener las mismas medidas de prevención que se llevan aplicando hasta ahora. "Hay que ponerse la mascarilla, limitar los contactos, utilizar los geles hidroalcohólicos y evitar este tipo de aglomeraciones que hoy se critican", dijeron, aludiendo de nuevo al concierto.