El caso de la agente de guardia urbana de Barcelona que, presuntamente, permitió a su marido cachear a varias mujeres en una discoteca de la ciudad condal, sigue dando mucho que hablar. El hombre, con la supuesta autorización de la mujer, se hacía pasar por agente.

Este lunes, En boca de todos ha mostrado, en exclusiva, la denuncia interpuesta contra el falso agente por parte de una menor de edad que también le acusa de acoso y abusos sexuales. El matinal, además, ha destacado que ya hay sentencia para este caso.

Así, la justicia ha decidido, como medida cautelar, interponer una orden de alejamiento contra el falso policía, que no tendrá permitido acercarse a la víctima, "su domicilio, lugar de estudios o cualquier otro frecuentado por la misma en una distancia no inferior a 1000 metros".

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De la misma manera, el programa de Cuatro ha podido hablar con el padre de la menor, quien ha explicado: "Cuando vino del 'cole' le pregunté si este señor le había hecho algo. Le decía 'si me das un beso en la boca, yo te doy un chicle'. Le obligaba a darle besos en la boca y le tocaba el culo reiteradas veces. Lo hacía habitualmente y le daba cachetes en el culo".

"Fuimos a Mossos, yo veía que tenía que denunciarlo. Se dictaminó orden de alejamiento de 1000 metros. Este señor tiene orden de alejamiento de una menor por tocamientos y abuso sexual sin penetración. Este hijo de puta no vuelve a tocar a mi hija en lo que le queda de vida", ha agregado el padre de la menor.

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Desde el plató del matinal, Nacho Abad ha recalcado que el presunto acosador es el marido de la agente de guardia urbana y no su expareja, como esta había alegado durante su declaración. "Estamos ante un tipo potencialmente peligroso y habría que ver si tiene otros antecedentes por agresión sexual en su pasado", ha agregado el periodista.

Además, Abad ha recalcado que existe un vídeo grabado por las víctimas en el que, a pesar de no poderse ver nada (puesto que las jóvenes mantuvieron el teléfono oculto) sí se escucharía la voz de la mujer. Incluso, el periodista ha comentado que, según el atestado, la agente mostró una placa que no se correspondía con el cuerpo de guardia urbana, sino con otro.