La 1 emitió la semifinal de Maestros de la costura este martes 19 de abril. En ella, se pudo conocer los nombres de los aprendices que lucharán por ser los ganadores de la edición. La prueba de expulsión estuvo entre Eduardo Navarrete, Pablo Bosch y Borja Hernández, después de que Lily Grace y Lluís Mengual se clasificaran como los primeros finalistas.

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Esto ocurrió en la prueba en exteriores. En ella, los concursantes recibieron una fuerte reprimenda después de que los trajes que presentaron cada uno de los dos equipos estuviera a la altura de la semifinal.

El primer grupo estuvo formado por Pablo, Lily y Eduardo. Este último mostró un perfil bajo y se mantuvo al margen, por lo que fue sancionado teniendo que ir a la prueba de expulsión. La misma suerte corrió Pablo, cuyo fallo fue que tuvo un fallo bastante grave al elegir los tejidos, olvidando los que servirían para confeccionar unas flores determinantes en su diseño.

Esto hizo que Lily fuese la única clasificada, pues se esforzó, no cometió ningún fallo y aportó una idea a las flores de Eduardo muy bien recibida por parte del jurado. En el caso del segundo grupo, o más bien pareja, esta estuvo formada por Borja y Lluís, dos veteranos.

Diseñaron un dos piezas en el que el catalán se lució al completar la suya con tiempo de sobra como para ayudar a su compañero, que, pese a esto, no fue capaz de terminar su falda, por lo que fue a expulsión, mientras que Lluís se clasificó junto a Lily.

Así, en la prueba de eliminación Pablo, Eduardo y Borja tuvieron que diseñar una propuesta inspirada en un esmoquin de Yves Saint Laurent. El mejor valorado fue Borja, por lo que la expulsión quedó entre los dos primeros. Sin embargo, la decisión de los jueces terminó por no saberse.

Eduardo interrumpió el momento en el que el jurado iba a anunciar su decisión y dijo que abandonaba el programa, pues había decidido cederle su plaza a Pablo, que a diferencia de él era novel y se trataba de su primera oportunidad para darse a conocer.

El gesto fue muy bien recibido tanto por el valenciano como por el jurado, que, pese a la emoción, no pasó por alto pedirle al diseñador que se pensara bien su abandono, para que no se arrepintiera después. Navarrete lo confirmó y se marchó lanzando besos y ánimos a sus compañeros.