El aplaudido discurso de Anabel Pantoja sobre los pezones tras su desliz en 'La última cena'

Anabel Pantoja, en 'La última cena'.
Anabel Pantoja, en 'La última cena'.
MEDIASET
Anabel Pantoja, en 'La última cena'.

En el último programa de La última cena, la versión más culinaria de Sálvame, Kiko Hernández y Marta López tuvieron que cocinar para los colaboradores, los chefs Begoña Rodrigo y Sergi Arola y Jorge Javier Vázquez un menú formado por tartar de ternera, carabineros y tarta de manzana. 

Entre los comensales estaba Anabel Pantoja, que acudió junto Kiko Matamoros y Antonio Montero. Este último no llegó a probar el menú, pues fue elegido por el público para que ejerciera de mayordomo, vistiendose de lo propio y cenando un bocadillo de mortadela y un plátano.  

A mitad del programa, Jorge Javier comentó que se iban a emitir unas imágenes en las que se veía como a una de las colaboradoras se le había visto un pezón tras sufrir un desliz con su vestido. En ese momento, preguntó a las allí presentes si les molestaría que, en caso de ser ellas las protagonistas de esas imágenes, se emitieran. 

Todas coincidieron en que no habría problema, pero María Patiño añadió algo más, que a ella "no le gustaban los pezones grandes", y que creía que estos tenían que "ser pequeños", unas palabras que no fueron bien recogidas en las redes. Cuando llegó el turno de Anabel Pantoja, la siguiente, decidió debatir a la periodista. 

El alegato de Anabel Pantoja sobre los pezones

"Quiero decirte que a mí me gustan los pezones de todos los tamaños, que para eso están: para dar leche, para comerlos y para lamerlos". En las redes sociales fue muy aplaudido el mensaje que dio.

Finalmente, emitieron el desliz y la protagonista del mismo era Anabel Pantoja. No contentos con enseñarlo una vez, el equipo del programa tuvo la escena en bucle durante varios minutos, y una visiblemente incómoda Pantoja decidió retirarse y se marchó al servicio, donde la presentadora Núria Marín suele recoger testimonios más íntimos de lo que ocurre en plató. 

Allí, Pantoja mostró su indignación por considerar que María Patiño estaba dando a entender que su pezón es "del tamaño del Teide, cuando es como una galleta Oreo". Después, la colaboradora regresó al plató ante un Kiko Matamoros que la acusó de haberlo enseñado "queriendo".  

Tras la cena, que ni consiguió muy buenas críticas ni destronar el primer lugar de Lydia Lozano y Kiko Matamoros, Anabel Pantoja se convirtió en entrenadora personal y, guardando las distancias de seguridad, hizo una coreografía a ritmo de reguetón que los colaboradores debían imitar. 

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