A solo quince días del arranque de la 67.ª edición del festival de Eurovisión, el rey Carlos III de Inglaterra y la reina Camila han inaugurado este miércoles el recinto del Liverpool Arena, conocido también como el M&S Bank Arena.

Tras la victoria de Ucrania en la anterior edición, se decidió que Reino Unido, el segundo finalista, fuera finalmente el país que acogiera el evento el próximo año. Por ello, los monarcas han sido los encargados de dar el pistoletazo de salida del festival en la ciudad de Liverpool. 

Los preparativos para el certamen llevan gestionándose desde hace meses en la nueva sede donde, al fin, los reyes han empezado la cuenta atrás. Para ello, han encendido las luces del escenario ante los ojos de decenas de periodistas.

El escenario ocupa 450 metros cuadrados de superficie y alrededor de 220 metros cuadrados de pantallas con movimiento. Además, tiene 700 mosaicos de vídeos en el suelo y reúne más de 1.500 luces led.

Por el momento, los 37 países participantes en el festival ya han elegido a sus canciones y representantes. De estos, 31 serán los que competirán en las dos semifinales. La EBU (Unión Europea de Radiodifusión, por sus siglas en inglés) confirmó hace un mes el orden de actuación de ambas.

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Será dentro de dos semanas cuando se aprecien por primera vez sus puestas en escena. En concreto, los días 9 y 11 de mayo, en la primera y segunda semifinal, respectivamente. La final se celebrará el sábado 13 de mayo.

Los productores determinarán en el orden de la final, teniendo en cuenta los 10 clasificados de cada gala y los otros 6 países que pasaban directamente: Ucrania, ganador de la anterior edición; y el Big Five, países que más aportan económicamente al festival y que son Francia, Alemania, España, Italia y Reino Unido, que además también es el anfitrión.