"Me gusta contarle cosas de historia a la gente en cuanto veo que tienen un poquito de interés", afirmó Antonio en su presentación de First Dates de este miércoles.
El comensal le contó a Carlos Sobera que "fui profesor de EGB y un gran amante de la Historia de España. Ahora que estoy jubilado me dedico a investigar por internet curiosidades históricas".
El presentador preguntó: "¿Qué es lo que le pides a tu cita?". A lo que Antonio respondió: "Que sea atractiva, tenga cultura, aficiones similares a las mías y le guste bailar bachata".
A continuación llegó Mariana, una agente inmobiliaria de Tenerife, aunque hija de una importante pintora belga: "Hablo seis idiomas, he viajado por todo el mundo y económicamente no necesito trabajar, puedo vivir de mis rentas y de mi patrimonio", explicó.
Ambos pasaron a la mesa para cenar para descubrir si los conocimientos históricos de Antonio eran compatibles con la cultura cosmopolita de Mariana.
El cordobés no pudo evitar que la cena se convirtiera en un monólogo suyo, contando, una tras otra, batallitas de generales y coroneles españoles.
Ni siquiera las caras de hastío de su cita consiguieron frenarle: "Sabe muchísimo de historia, pero no te deja intervenir ni contestar. Es como un profesor dando una clase, muy intenso", se lamentó Mariana.
Finalmente, la tinerfeña consiguió intervenir en la conversación e, intentando cambiar de tema, comentó que le encanta viajar por el mundo.
Entonces Antonio señaló que "yo también quiero viajar, pero por España, tenemos un país tan bonito... Tengo una ilusión enorme por ir a Burgos y visitar el lugar en el que nació el Cid".
Y añadió: "Soy español y quiero decir las cosas en castellano. Yo no digo Girona, digo Gerona", dejando a su pareja de la noche bastante sorprendida.
Tras los postres el restaurante se convirtió en pista de baile y al son de una bachata, Antonio y Mariana intentaron acompasar sus pasos, cosa que no lograron en absoluto: "Estoy acostumbrada a bailar sola. Él baila muy fuerte, casi salgo volando", dijo entre risas la tinerfeña.
Al final, Mariana sí que quiso tener una segunda cita con Antonio porque "me ha parecido muy interesante y me podría enseñar mucha cultura de la península ibérica".
El cordobés, por su parte, prefirió no volver a quedar con la agente inmobiliaria argumentando que "me gustan las mujeres más altas y más delgaditas".
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