Entrevista

Anna Ferrer, sobre Paz Padilla: "Yo quería que mi madre fuera pija, pero no lo conseguía"

Paz Padilla y Anna Ferrer en 'Te falta un viaje', de Cuatro.
Paz Padilla y Anna Ferrer en 'Te falta un viaje', de Cuatro.
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Paz Padilla y Anna Ferrer en 'Te falta un viaje', de Cuatro.

La forma de vivir y de morir y de transitar en una cosa y la otra en Occidente es muy diferente de la que se estila en lugares como Asia, África o Latinoamérica. En ese choque de culturas es donde se adentran la presentadora Paz Padilla y su hija, la conocida influencer Anna Ferrer.

Cuatro estrena hoy (22.50 h) Te falta un viaje, un docu-reality en el que madre e hija viajan a lo largo de sus distintas entregas a Ghana, Ecuador, México y Marruecos, donde conviven con los oriundos, sumergiéndose en su cultura y costumbres. Entre ellas, las que respectan a lo espiritual y la forma que tienen de vivir lo mortuorio.

Esas diferencias en las distintas maneras de entender la vida y afrontar la muerte han hecho reflexionar a madre e hija.

¿Qué es lo que vamos a ver en este Te falta un viaje?Paz Padilla: Anna...

Anna Ferrer: ¿Porque tengo que empezar yo? (risas). Bueno, voy a hablar mejor, así me deja hablar, porque si no, a ella le gusta mucho hablar y no me deja. En el programa hay dos facetas, primero lo que para nosotras como experiencia ha sido brutal, que es viajar a sitios súper especiales, un poco recónditos y conocer a la gente. Hemos estado en sus casas hablando con ellos, entendiendo su día a día, cómo viven, porque a veces vas de turista a un sitio y pasas como de puntillas y la idea de esto ha sido meternos bien en su cultura, entender y conocer cómo viven en el día a día, incluso cosas con su familia. Eso para nosotras ha sido brutal porque hemos aprendido un montón. Eso nos ha hecho reflexionar, replantearnos nuestra vida en muchos momentos. He vuelto de ahí y he empezado a ir a terapia otra vez porque eso te hace replantearte muchas cosas de tu vida, que te gustan o que no te gustan

Y luego pues también está el momento madre hija, que yo creo que va a ser muy chulo y muy especial y que hace diferente también este programa que enseña cómo es viajar las dos juntas, porque ha sido tal cual es, ese momento de reality, donde mostramos nuestros momentos de reflexión, lo que nos ha ido pareciendo cada cosa, momentos incómodos, de tensión y también muy divertidos, obviamente, porque con esta señora es... Tú imagínatela, hablando en inglés con la gente, intentando hacer preguntas intensas... Yo siempre la dejo hablar a ella, porque digo "aprende, espabila", como me hacía a mí de pequeña (risas).

¿Cómo lo ha vidido Paz?Paz Padilla: Te falta un viaje es una mezcla muy bonita. De hecho, yo creo que incluso los jefes no lo tenían muy claro. Pero luego cuando le dimos el producto y dijimos "venga, aquí lo tenéis" han descubierto que es un programa de reality donde viajan una madre y una hija. Conocen una Paz Padilla artista, pero no una Paz Padilla madre. De Ana conocen una Ana influencer, pero no una Ana hija o una Ana mujer.

Luego hemos ido a ciudades o países increíbles, pero en un viaje como el que aquí te ofrecemos no has ido nunca. Es un programa de viaje y también es un programa de humor, porque todo es humor, porque yo voy con el humor a todos lados y porque Ana y yo somos el yin y el yang. Solo ver caras suyas o contestaciones suyas ya te descojonas porque dices "Madre mía, la pobre niña esta la que le ha tocado", o al revés. Hay situaciones muy cómicas, pero porque la vida es así, porque yo voy con el humor a cuestas, sin guion, va surgiendo lo que surge.

Anna: Sabes dónde empiezas, pero no dónde acabas.

Paz Padilla: Eso es. Y luego es un programa donde te hace reflexionar y que te hace preguntarte muchas cosas porque es un viaje espiritual, es un viaje profundo de transformación y un viaje de la vida. Cuando a la gente le pregunto ¿qué viaje te falta? Dicen Francia, pero yo no te estoy preguntando de un destino, te estoy diciendo ¿qué viaje te falta? Cuando tú viajas te das cuenta que hay cosas en tu vida que hay que cambiar, porque a lo mejor estás priorizando algo que realmente no tiene importancia o te das cuenta que estás pasando dejar los días, los años y que estás solo sobreviviendo.

Lo de viajar lo debería recetar la Seguridad Social, ¿no?Paz: Yo siempre he querido que Ana viajara y siempre le digo "Ana, vivimos en Eurodisney, esto es una burbuja". Europa no es el mundo, el mundo está fuera. A Anna desde que era muy pequeña me la he llevado a sitios complicados, donde normalmente la gente no viaja. Eso es un viaje muy profundo que te cambia la conciencia, te amplía la mente.

Anna: En Europa vivimos de una determinada manera, pero porque se nos ha inculcado así y ves que en otros sitios pues piensan de otra manera, actúan de otra manera y empiezas a respetar más porque lo tuyo no es lo único válido, sino que hay otras maneras y todo está bien y abres la mente.

Paz Padilla y Anna Ferrer.
Paz Padilla y Anna Ferrer.
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Y las diferencias se dan en muchas cosas…Paz: Parece mentira que en otra ciudad o en otro país la gente vea la muerte de otra manera, o la relación familiar de otra manera y tú dices "hostia, pues voy a respetarlo". Quizá no esté de acuerdo, pero a lo mejor es que a mí me han educado de otra manera.

¿Les ha costado ser naturales con las cámaras y el equipo siempre cerca?Anna: Para mí en general todo esto era súper nuevo. Primero estaba cagada de pensar que había un pedazo de equipo allí con nosotras. Me acuerdo en el avión de ida decir "son diez personas que están confiando en nosotras" y pensaba si iba a estar a la altura, te haces esa pregunta, pero ha sido tan fácil... En muchos momentos se nos olvidaba que había cámaras y hemos sido nosotras mismas todo el rato.

Paz: Yo soy lo que soy, te puede gustar o no te puede gustar, pero procuro ser lo que soy.

Anna: También es que ha habido momentos de de estrés en los que no puedes forzar, en los que no puedes ser un personaje, no puedes hacer otra cosa que ser tú mismo y y reaccionar como reaccionas normalmente.

Hay dos premisas en el programa, la de que no siempre se llora la muerte y que hay formas diferentes de vivir la vida. ¿Y cuál de las dos cosas les ha llamado o les ha chocado más?Paz: Yo creo que las dos van unidas. Muchas veces decimos “morimos como hemos vivido y vivimos como vamos a morir”. Durante toda mi vida, cuando pude empezar a viajar, fui entendiendo eso. Luego hubo gente que cuando yo he enfrentado situaciones parecidas no me han entendido, pero en el programa muestro que yo no estoy tan alejada de muchas culturas, que somos a lo mejor nosotros los que estamos alejados de ver la vida de otra forma. Muchas veces pensamos que la felicidad está en lo que tenemos y yo creo que la felicidad está en quien soy.

Anna: Te replanteas totalmente tu escala de prioridades y a qué dedicas más tiempo o qué te quita más energía y dices "igual me estoy equivocando y esto no lo debería yo colocar así". Ambas facetas están totalmente unidas. La cultura y de cada país que hemos visitado son totalmente distintas. Yo de cada sitio me llevo un aprendizaje totalmente diferente que que puedo luego aplicar en cierta medida a mi vida, porque mis circunstancias son otras.

¿Algún ejemplo?Anna: Ir a Ecuador y ver cómo viven, porque hemos estado con una comunidad indígena en el Amazonas que para mí ha sido lo más heavy que yo he vivido en mi vida, ha sido brutal porque eso es totalmente otra escala de prioridades. Y dices "joder, es que igual me estoy equivocando porque estamos aquí en Madrid, el ritmo frenético sin parar y parece que si te si paras te mueres y tienes que seguir seguir produciendo y haciendo cosas". Y es que igual eso no es lo que me hace feliz. Te replanteas un poco la vida.

A la gente le suele dar reparo hablar de la muerte, ¿este viaje te enseña a esperarla de otro modo o aceptarla de otro modo?Anna: Sí, total, porque hemos podido verlo de cerca y en esos en países es súper distinto de la concepción que tenemos aquí en España, pero también entre sí. Se trata de ver qué me cuadra más o qué me hace a mí mejor. Quizá me gusta cómo lo viven en México o me gusta como lo viven en Ecuador o en Ghana, que son también circunstancias totalmente distintas.

Paz: En todas las culturas al final es lo mismo: frente a la muerte reconocemos lo importante. Distinto es que unos lo ven como una liberación, otros como una celebración y nosotros la escondemos. En realidad la muerte es un espejo y todos le tenemos miedo porque algún día nos vamos a enfrentar a él. Y por mucho que digamos, "yo no quiero verla", eso lo único que hace es no prepararte. Si tú te preparas para ese momento empiezas a darte cuenta como dice Enric Benito, "no sabemos dónde va a llegar la muerte, esperémosla en cualquier parte". O sea, todo momento de mi vida voy a vivirlo intensamente, como si fuera el último.

¿Lo han aplicado?Paz: Para mí estar con mi hija viajando, cada segundo era una maravilla. Yo lo vivo todo así. Hemos estado en Ghana y ellos comen una vez al día y ellos no se preocupan de mañana, piensan ya veremos si mañana estoy vivo.

Habrá sido chocante, duro…Anna. No deja de ser súper impactante para mí. No ha habido un capítulo en el que no llore porque, uf, impacta. Sobre todo el tema de la muerte, que es más tabú como tú dices, y no estamos acostumbrados a verlo como en Ghana o como en cada en cada país que hemos vivido.

Habrán tenido muchas anécdotas y momentos surrealistas…Paz: Te voy a contar uno que me impactó. Hubo un momento que pasábamos por el Atlas, en Marruecos, Marrakech y le dije a la directora y al regidor: "Por favor, parad. Por favor, por favor. Es la puesta de sol, estoy en el Atlas, necesito meditar. Dadme diez minutos". Inmediatamente paramos el autobús y Anna se puso a meditar conmigo, que es algo que yo quiero que ella haga. Y nos pusimos a meditar. Cuando terminé la meditación, giré para atrás y había un montón de niños que habían venido corriendo de un pueblo que había abajo y estuvimos hablando con ellos. Una semana después fue el terremoto de Marruecos y ese pueblo fue uno de los devastados. No dejo de pensar todos los días qué habrá pasado con esos críos y su familia.

Paz Padilla y Anna Ferrer en Ghana, asistiendo a un funeral en 'Te falta un viaje' (Cuatro).
Paz Padilla y Anna Ferrer en Ghana, asistiendo a un funeral en 'Te falta un viaje' (Cuatro).
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¿Qué ha aprendido como madre del viaje con Anna?Paz: Que somos padres porque los hijos nos enseñan a ser padres. Soy madre 24/7, es inevitable.

Anna: Aunque a veces ese rol cambia. Porque tú no eres normal y una de las dos tiene que ser la normal (risas), si no, imagínate donde hubiéramos acabado si no fuera por mi.

¿Acabaron un poco hartas la una de la otra? ¿Se dieron un descanso al volver a Madrid?Anna: Pues fíjate que yo pensaba, sinceramente, porque soy hija única y me gusta estar sola en mi espacio, que cuando acabara el programa no iba a querer ver a mi madre ni a nadie… Pues nos fuimos de vacaciones juntas nada más volver. Me sorprendió a mí misma. Creo que ha sido la oportunidad de ver mi madre más como mujer en muchos momentos y yo creo que ella a mí también, no tanto como su hija, sino como mujer. Hemos tenido muchas conversaciones de cosas como entre amigas, en la que a veces opinábamos distinto. También somos de otra generación y en ese punto hemos estado más de de tú a tú, no tanto madre hija, aunque en muchos momentos pues ha sido ella… bueno, yo echándole la bronca a ella, sinceramente, porque ella es la que se porta peor de las dos (risas).

¿En qué cosas prácticas aún le regaña su madre?Anna: Me sigue enseñando muchas cosas, obviamente como madre. He aprendido mucho al trabajar con ella. Yo ya sabía que ella era una persona súper profesional, porque si no, no llevaría 30 años en esta profesión, que no es nada fácil. Yo la he visto levantarse a las 06:00 todos los días, pasar fines de semana fuera, trabajando... eso lo he vivido en mi casa, pero el vivirlo de cerca y ver cómo es de incansable la tía… eso lo podría haber heredado yo (risas). Tiene una energía tremenda que después de no sé cuántas horas de grabación se ponía a hacer TikTok y yo decía “¿me puedo ir a dormir, por favor?”. Me ha flipado mucho ver cómo trataba todo el equipo, cómo es la primera en tirar para adelante cuando ha habido momentos muy tensos, porque han sido muchos días seguidos sin parar, con horarios loquísimos y la he visto a ella la primera ahí tirando del carro. Para mí ha sido un aprendizaje muy fuerte que quiero aplicar a toda mi vida, en todo lo que haga.

Es influencer e hija de una persona famosa, ¿se tiende a minusvalorar su trabajo?Anna: Me hace gracia porque dicen que estás ahí por ser hija de. Si no fuera por mi madre no estaría aquí, pero por lo que he aprendido desde pequeña de mi madre, que es sacrificarse, perder vacaciones, perderse cumpleaños y momentos importantes de la familia e incluso separarse de mí. Trabajar sin parar. Y eso lo he vivido y es lo que me ha hecho hoy valorar mi trabajo y disfrutarlo. Ella es la que me mantiene siempre los pies en la tierra y la que me ha enseñado el valor del esfuerzo y de currar. Me ha enseñado a reinventarse, a no dejar de formarse, a currar y a currar. Para mí mi trabajo es un regalo y lo disfruto muchísimo y me hace muy feliz. Y me la pelan los haters y todos lo demás. Eso también me lo ha enseñado ella. 

"Me la pela...", ahora es cuando Paz dice "¡Anna, esa boca!"Paz: Soy más malhablada que ella, de pequeña era la que me decía "mamá no digas palabrotas" (risas). Y yo decía "la niña, que me ha salido pija".

Anna: Es que yo quería que mi madre fuera pija, pero no lo conseguía. Yo quería ponerme un lazo y mi madre no quería comprarme el lazo porque decía que era pija (risas).

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