Xavier Sardá revela la frase que le puso en la diana de ETA y por la que tuvo que llevar escolta durante años

Javier Sardà, en la promoción de 'Crónicas Marcianas. El reencuentro'.
Javier Sardà, en la promoción de 'Crónicas Marcianas. El reencuentro'.
TELECINCO
Javier Sardà, en la promoción de 'Crónicas Marcianas. El reencuentro'.

La emisión en Telecinco de Crónicas Marcianas. El Reencuentro trajo de nuevo a las pantallas el que fue uno de los programas mas icónicos de la televisión española, un espacio de variedades en el que no solo había humor y excentricidades, también reivindicaciones políticas, sociales y demás temas de actualidad. 

El propio Sardá destacaba durante la presentación del espacio una diferencia esencial entre ahora y los años en los que se emitió Crónicas Marcianas (1997-2005): la desaparición de la banda terrorista ETA

"Es una suerte que hoy en día no haya atentados terroristas con la cotidianeidad de aquellos tiempos. La tónica era que hubiera atentados con muertos, gente a la que conocías. Quiero celebrar que la violencia sea cosa del pasado. En una ocasión tuvimos que cambiar todo el programa porque mataban a un ministro como Ernest Lluch 40 minutos antes de empezar", rememoraba el presentador. 

Ese es un tema del que se habló durante Crónicas Marcianas. El reencuentro, pues hablar con libertad en unos tiempos en los que los terroristas amenazaban a cualquiera que les hiciera frente, le costó caro a Sardá. 

El día del asesinato de Lluch, muerto por dos disparos en la cabeza por la banda terrorista ETA el 21 de noviembre del 2000, en Crónicas Marcianas se vivió como un shock, pues el ministro era amigo de Sardá. 

"Cuando mataron a Ernest Lluch, salió Manel Fuentes del camerino llorando, diciendo que habían matado a Lluch. Faltaban tres cuartos de hora para empezar y, claro, tuvimos que cambiarlo todo", revelaba Sardá. 

"No pensé nada. Pensé en si estaba maquillado o no. Y lo estaba, así que pensé 'pues ya llorarás la semana que viene'", recordaba el presentador sobre cómo salieron al directo aquel día. 

Más tarde se "complicó la vida" por hablar claro. "Se condenaban los atentados. Una noche se me ocurrió decir: 'Unos hijos de puta han matado a un tío de puta madre'", rememoraba Sardá. 

"Dije esa frase y a las 24 horas me dijeron que tuviera cuidado y mirara debajo del coche. Tiempo después, tuve que vivir con escolta bastantes años", hacía ver el ahora colaborador de TardeAR. 

Así, durante años el presentador tuvo un escolta, un policía llamado Juan Carlos al que el equipo de Crónicas Marcianas llamaba como apodo Kevin. Sardá nunca dejó de acudir, cada día, al mismo plató en Barcelona a hacer su programa. 

El reencuentro de Crónicas funcionó muy bien en audiencia, acumulando un 14,2% de cuota de pantalla y 1.296.000 espectadores, siendo líder del prime-time.

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