Telecinco emitió este lunes 21 de enero el estreno de la nueva temporada de Mi casa es la tuya en lugar de Idol Kids, como había hecho durante las últimas semanas. La protagonista de la entrega fue Ana Obregón, que ofreció la que Bertín Osborne calificó como "la entrevista más dura" de su vida.

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La también bióloga explicó, entre otros aspectos de su vida, cómo vivió el diagnóstico, la enfermedad y la muerte de su hijo, Álex Lequio, que falleció el 13 de mayo de 2020 con tan solo 27 años de edad. El joven pasó sus últimos días en Barcelona, pues se trasladó allí junto a su madre, en ambulancia, para que le tratara un oncólogo especializado en su tipo de cáncer.

Además, Obregón puntualizó que fue cuando empezaba la pandemia, lo que dificultó el proceso. "La gente se queja en la televisión por estar encerrados en sus casas, pero a mí me dan mucha envidia por poder moverse, comer y estar en casa", comentó Álex sobre la pandemia, según apuntó su madre.

En el último mes de vida del joven, se incorporó su padre, Alessandro Lequio, quien alquiló un piso en la ciudad condal junto a Obregón. Esto llevó a que, en sus últimos días, el joven dijo que merecía la pena estar en esa situación solo por volver a ver juntos a sus padres, que rompieron su relación en abril de 1994.

La presentadora se rompió al recordar cómo su hijo le decía, también, que se sentía seguro cuando ella estaba cerca, incluso en los peores momentos. Según dijo, ni ella ni Alessandro supieron que su hijo se moriría de manera inminente y lucharon hasta el final. Recordó también los dolores que había pasado Álex, que por las noches eran tan duros que ni la morfina hacía efecto. 

"Sufrió tanto... hubiera dado mi vida porque fuera un accidente de tráfico o porque la víctima fuera yo misma, cuando es un hijo te duele el doble", confesó. En una ocasión, mientras estaba en su casa duchándose, Lequio le dijo por teléfono que era hora de despedirse de Álex, pues lo iban a sedar. Tras esto, los padres agarraron al joven de las manos hasta que se fue.

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"Hasta dos días antes de morir estuvo con el oncólogo y seguía sonriendo", señaló la madrileña, que insistió mucho en lo "fuerte" y en lo "valiente" que fue Álex hasta el final. Sobre ella, contó que se sentía tan mal que todavía no había entrado en el duelo de su madre Ana María, que falleció el pasado 22 de mayo a los 95 años, porque no le "entraba más dolor en el cuerpo", y que lo que más ansiaba era "volver a nacer" y "aprender a vivir sin Álex", pues aún era su cuenta pendiente.