Joaquín Prat y Jesús Calleja están haciéndole frente a una aventura inesperada en el archipiélago portugués de las Azores, a donde se habían trasladado para grabar un nuevo episodio de Planeta Calleja, puesto que, en esta ocasión, el reto no lo ha planteado el presentador castellanoleonés, sino el propio territorio.

En las islas está teniendo lugar una gran actividad sísmica que podría provocar la erupción de un volcán en San Jorge, de donde más de mil personas han sido evacuadas de manera preventiva y otras 800 se han desplazado a la otra punta de la isla para escapar del epicentro, ya que el nivel de alerta está situado en el cuarto nivel de los cinco que hay, recoge la revista Semana.

Desde la isla de Pico, a escasos 20 kilómetros de San Jorge, el presentador de El programa de Ana Rosa ha informado este sábado junto a Calleja de la situación en los informativos de Cuatro al día: "Dicen que es imposible determinar si va a haber o no una erupción volcánica, pero que, debido a ese enjambre sísmico, todo parece indicar que podría producirse, que no sería en ningún caso descartable".

"La aventura en estado puro", aseguró a sus compañeros Prat solo un día antes, al mismo tiempo que Calleja se asomaba a la cámara para tranquilizar a los seguidores del programa. "Siempre tenemos un plan", confirmaba el conductor, que dejaba caer con algo de intriga en qué consistiría la actividad: "Como esto es un volcán y tiene tubos de lava, algo se me ha ocurrido para hacer bajo tierra... y alguna cosa más que no te puedo decir".

El montañero leonés explicó entonces que esa excursión permitiría a su invitado y a los espectadores "entender cómo son esos ríos de lava que discurren". "Para él es llevarte al límite, forzar la máquina hasta límites insospechados, a los que no sabías que podías llegar. Me está exprimiendo", decía con una sonrisa  el periodista.

También señaló que han llevado al comunicador de Telecinco a hacer prácticamente todo tipo de actividad. "Ha sido maravilloso, de verdad", apuntaba el protagonista a pesar de la dureza de las pruebas a las que se ha enfrentado. "Ha sido una experiencia única. Lo necesitaba", concluía antes de despedirse.