Los frutos secos 'activados': ¿moda o beneficio real en la nutrición?

Nueces, avellanas, anacardos o almendras comparten una característica en común, y es que entre sus ingredientes tienen menos de un 50% de agua. Si por algo se caracterizan los frutos secos es por ser ricos en grasas saludables, proteínas y vitaminas.
Los frutos secos 'activados': ¿moda o beneficio real en la nutrición?
Los frutos secos 'activados': ¿moda o beneficio real en la nutrición?
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Los frutos secos 'activados': ¿moda o beneficio real en la nutrición?

No cabe duda de que los frutos secos son una gran fuente de nutrientes con poderosos beneficios para el cuerpo, por lo que una dieta rica en estos alimentos, ya sea en forma de nueces, avellanas, almendras, anacardos, maní, pepitas de calabaza o cacahuetes, reduce el riesgo de dolencia cardíaca, de diabetes o de degeneración cognitiva. 

Estos alimentos, que no se deben confundir con la fruta desecada o deshidratada, son llamados así porque todos tienen una característica en común: en su composición natural, es decir, sin manipulación humana, tienen menos de un 50% de agua. Además, se caracterizan por ser ricos en grasas saludables, proteínas y vitaminas. 

No obstante, a pesar de todas sus bondades, es importante tener en cuenta que por sus ingredientes, a base de grasas y niveles variantes de proteínas y carbohidratos, tienen una gran cantidad de calorías, por lo que se recomienda un consumo variado, a la vez que se complemente con una dieta saludable y ejercicio físico regular. 

¿Por qué es bueno "activar" los frutos secos en agua?

Desde hace unos años, existe una nueva tendencia nutricional, especialmente asociada a la alimentación alternativa, que consistente en "activar" los frutos secos antes de comerlos con el objetivo de obtener con esta práctica una serie de beneficios. Según sus defensores consiste en someterlos a un remojo en agua durante un tiempo variable, llegando a variar entre las 2-3 horas y las 24. 

Antes de todo, los expertos aclaran que, para que estos alimentos sean del todo saludables, se deben consumir naturales, es decir, sin tostar, sin sal, sin freír y, sobre todo, sin azúcar. En cuanto a la temperatura del líquido en que ponerlos a remojo tampoco hay unanimidad, mientras unos dicen que caliente, otros que lo que viene siendo del tiempo, mientras que otros optan por guardarla en el frigorífico. Estos serían sus posibles beneficios: 

  • Eliminar o reducir el ácido fítico.
  • Eliminar o reducir los taninos.
  • Neutralizar los inhibidores enzimáticos
  • Promover la producción de enzimas beneficiosas.
  • Aumentar el contenido vitamínico, especialmente el de las vitaminas del grupo B.
  • Descomponer el gluten y hacer más fácil la digestión.
  • Hacer que las proteínas sean más fácilmente absorbibles.
  • Evitar deficiencias minerales y la pérdida ósea.
  • Ayudar a neutralizar las toxinas en el colon para mantener el colon limpio.
  • Prevenir muchas enfermedades y condicionantes negativos de salud.

¿Sirve de algo ponerlos a remojo?

Para despejar la duda, en una entrevista con la doctora María Riestra Fernández, miembro del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), realizada por 'La Nueva España' aclara que si bien es cierto que no es necesario hidratar los frutos secos para potenciar sus beneficios, sí es aconsejable para tener una mejor digestión después de comerlos.

La razón reside en que el ácido fítico interfiere en la absorción de algunos minerales. También conocida popularmente como sustancia antinutriente, interfiere o bloquea la forma en que el organismo absorbe otros nutrientes. En resumidas cuentas, lo que hace este ácido es que los minerales naturalmente presentes en este tipo de alimentos, como el calcio o el hierro, se absorban de manera diferente.

Algunos expertos defienden la idea de  que si se remojan algunos frutos secos, se consigue que este ácido fítico pase al agua, y eso los convierte en un alimento más nutritivo y digerible. En cualquier caso, no hay que caer en extremos, ya que si no hidratan, no van a ser perjudiciales. Por lo tanto, el remojo sí que es una técnica que ayuda a personas que les siente más pesado o que tengan mala digestión después de comer frutos secos.

¿Qué frutos secos hay que humedecer?

No todos los frutos secos se deben humedecer para una mejor digestión. Por ejemplo, los pistachos y los anacardos no lo necesitan. En cualquier caso, puedes poner a remojo los frutos secos como nueces, avellanas, almendras, anacardos, piñones, pistachos, sésamo, chía, lino y pipas de calabaza o de girasol. Esta es la manera óptima de llevar a cabo este procedimiento:

  • Lavar con agua los frutos secos en un colador y quitarles la posible suciedad hasta que el agua esté limpia.
  • Llenar un recipiente con agua caliente, añadir unas gotas de vinagre y sumergir los frutos secos.
  • Dejar reposando de seis a ocho horas.
  • Ponerlos a secar al sol para que sequen o darles un golpe de horno a temperatura baja.

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