Los hombres no tienen punto G y otros cinco mitos sobre la sexualidad masculina que debes desterrar

Una pareja en la cama.
Una pareja en la cama.
Getty Images/iStockphoto
Una pareja en la cama.

Aunque la ciencia, la medicina y la educación sexual han avanzado enormemente en las últimas décadas, todavía hoy siguen arraigados numerosos mitos relacionados con la vida íntima de hombres y mujeres que distan mucho de ser verdad. ¿Cuáles son las falsas creencias más extendidas sobre la sexualidad de los varones? Aclaramos algunos de los mayores mitos sexuales masculinos con la ayuda del sexólogo y experto en bienestar sexual de Arcwave, Sergio Fosela.

No hay erección sin excitación

Aunque la falta de erección sigue considerándose un signo de falta de deseo, el experto en sexo explica que esto no es del todo cierto. "Una erección varía mucho de una persona a otra, pero también depende mucho de la situación y de la edad. Cuanto más joven es el hombre, más rápidamente se produce la erección". El estrés, el cansancio y las preocupaciones también pueden ser factores que condicionen la falta de erección. “Estar excitado no es suficiente. Se necesita relajación y si estamos nerviosos durante una relación sexual, por muy excitados que estemos y mucho deseo que tengamos, la erección no se dará”. Para prevenir la disfunción eréctil, el especialista recomienda descansar lo suficiente, seguir una dieta sana y, sobre todo, una comunicación clara con la pareja sobre sus preocupaciones, deseos y expectativas.

Por otro lado, también puede ocurrir lo contrario: que los hombres tengan una erección sin estar sexualmente excitados. "A veces basta con un roce casual, o incluso se producen erecciones paradójicas durante el estrés o la ansiedad. Las erecciones también se producen regularmente durante la noche, en algunas fases del sueño, sin que estas necesariamente sean eróticas. Básicamente, el pene activa un ‘automantenimiento' (para nutrir los tejidos), y si esa fase coincide con el momento de despertarse, es cuando aparece la famosa erección matutina", añade Fosela.

Los hombres no tienen punto G

El experto aclara que el hombre sí tiene un punto G: la próstata, que sería "el equivalente masculino del punto G femenino". A pesar de ello, según un estudio realizado por Arcwave entre más de 22.000 participantes de 15 países en 2022, más de un tercio de los encuestados no sabe que la próstata es una zona erógena. Por su parte, otro 33% de los hombres lo conocía, pero no ha experimentado o intentado estimulación alguna en la zona. "Sin embargo, puede desencadenar orgasmos, y muchos dicen que no necesariamente malos", señala Fosela. La próstata puede estimularse a través del ano o más sutilmente desde fuera, a través del perineo.

La congestión de esperma genera dolor

Quizás uno de los mitos más extendidos es que cuando los hombres no tienen relaciones sexuales o no se masturban les puede doler mucho, porque existe el riesgo de que se acumule semen. El especialista aclara que el semen no puede acumularse ya que el cuerpo humano está perfectamente preparado y descompone la eyaculación o la elimina con la orina

Además, añade que “no ‘descargar’ no es lo que puede causar dolor, sino la vaso congestión pélvico-genital producida por una excitación no resuelta, ya que pueden producirse descargas espontáneas por la noche si no se ha eyaculado durante mucho tiempo. Aunque no existe ningún problema mayor si esto ocurre, es natural".

La vasectomía afecta a la vida sexual

Según el experto de Arcwave, estas preocupaciones son infundadas porque “la vasectomía no influye en la erección, el orgasmo, la eyaculación o la libido. Hay incluso una influencia positiva, ya que el sexo se vuelve mucho más relajado, ya que la anticoncepción contra los embarazos está 100% garantizada”.

El calor genera impotencia

Otra falsa creencia es aquella que afirma que los asientos con calefacción del coche o los baños y duchas demasiado calientes provocan impotencia. Para el experto este mito persiste porque la impotencia sigue entendiéndose mal. “Impotencia significa disfunción eréctil, es decir, que la erección no se produce o no dura lo suficiente para mantener relaciones sexuales con penetración. Sin embargo, el calor favorece la circulación sanguínea y, de hecho, es bastante bueno para la erección", corrige. Lo que sí es cierto, añade, es que el calor tiene efectos negativos sobre la calidad del esperma, tanto en términos de recuento como de calidad.

El pene no puede romperse

Fosela aclara que una fractura se produce en un hueso y el pene no lo tiene. Sin embargo, revela que lo que sí se puede producir es un desgarro del tejido eréctil. "No importa la palabra que utilicemos para definirlo, todo el asunto no es agradable. Si ocurre, puede suceder al resbalar durante el acto sexual o en un movimiento brusco, el pene parece una berenjena y hay que ir al hospital inmediatamente", recomienda.

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