Cómo controlar la dermatitis atópica: 10 claves para hacer frente a esta enfermedad de la piel y su "extraordinaria reactividad"

El farmacéutico Jerónimo Ors nos explica qué es la piel atópica, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla. Hablamos de una enfermedad que afecta a entre un 15 y un 25% de la población.
Archivo - Arxiu - Dermatitis atópica
Dermatitis atópica
HOSPITAL RUBER INTERNACIONAL
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La piel atópica es siempre el tipo de piel más difícil de gestionar. Su extraordinaria reactividad, la sequedad extrema y su tendencia a bajas defensas y por tanto a pequeñas infecciones hacen de ella un auténtico laberinto.

El farmacéutico Jerónimo Ors.

JERÓNIMO ORS

  • Farmaceútico y director de Cosméticos Paquita Ors

Las personas de piel atópica suelen además tener un alto grado de sensibilidad, de estrés y una tendencia a cambios emocionales que aumentan el desequilibrio de la piel.

El invierno con su frío intenso, el aumento de la contaminación y la sequedad que produce en el ambiente la calefacción, aumenta la frecuencia de los problemas. Actualmente casi uno de cada diez niños que nace es atópico.

Decálogo para hacer frente a la dermatitis atópica

1) La higiene. Por supuesto la piel atópica hay que limpiarla y eliminar la suciedad. Pero aquí el equilibrio es muy estrecho. Demasiada limpieza elimina la capa protectora e irrita la piel, demasiada poca puede producir tendencia a infecciones.

Para evitar la transmisión de los virus, es necesario mantener una higiene adecuada. Teniendo en cuenta que los virus sobreviven varias horas, lavarse las manos a menudo es una medida necesaria para evitar los resfriados.
Un hombre lavándose las manos.
Pixabay/1195798

2) El agua. Tenemos que tener siempre en cuenta que las duchas tienen que ser cortas con agua templada y secándonos bien al salir con una toalla o albornoz, particularmente en los pliegues o entre los dedos. El agua hidrata si la bebemos, pero deshidrata por fuera.

3) Los detergentes y los productos de limpieza. Son el gran enemigo de la piel atópica. Tenemos que ducharnos usando solo el equivalente a un garbanzo de gel para todo el cuerpo.

La limpieza de la cocina o de los platos hay que hacerla siempre con guantes. Tenemos también que evitar lavar las manos con excesiva frecuencia restringiéndolo a cuando vamos al baño o antes de las comidas.

4) El polvo y los productos químicos. Las personas atópicas o de piel muy sensible son muy reactivas. Muchas veces se asocia el asma o la alergia a la atopia. Siempre que sea posible hay que mantenerse alejado de estas sustancias. Si, por ejemplo, hay que limpiar una armario hagámoslo con guantes y pasando un paño húmedo o el aspirador. Si estamos de obra en casa o pintando hay que mantenerse alejado de las emisiones de partículas.

5) La ropa. En general hay que procurar no llevar prendas demasiado ajustadas y siempre lo mejor es que el tejido que este en contacto con la piel sea de algodón o de fibras naturales.

Pizzas y hamburguesas
Pizzas y hamburguesas
iStock

6) La alimentación. Las personas atópicas son muy reactivas y tienen muy frecuentemente alergias e intolerancias alimentarias. Entre los alimentos potencialmente peores están la comida rápida (por los aditivos químicos), kiwis, plátanos y fresas. También los frutos secos, sobre todo los cacahuetes., y el chocolate. En general es conveniente reducir las bebidas con cafeína, por su efecto sensibilizante.

7) El estrés. Cuanto más nerviosos estemos más sensibilidad en la piel. Aunque no es fácil de controlarlo, todo lo que nos relaje es bienvenido. El deporte, la meditación, o las actividades manuales son siempre de ayuda.

8) El sol. Este tipo de pieles con bajas defensas son muy sensibles a la agresión de la radiación Ultra violeta, hay que usar fotoprotectores a ser posible de nivel no inferior a 50.

Beber agua en ayunas es un estupendo hábito saludable.
Beber agua en ayunas es un estupendo hábito saludable.
iStockphoto

9) La hidratación. Es imprescindible que la piel aparezca hidratada. Tenemos que usar leches y cremas corporales que mantengan la piel en buen estado, lo mejor si incorporan plantas calmantes como la avena, la caléndula o la mimosa porque aumentan el bienestar en la piel.

10) El microbioma de la epidermis. En la superficie de la piel conviven hongos, bacterias y virus controladas por las células de defensa que impiden su multiplicación. A este conjunto de microorganismos se le llama microbioma y es un equilibrio que hay que estar reajustando. 

Actualmente contamos con cremas y productos que impiden el crecimiento de especies invasoras al mismo tiempo que resembramos la epidermis de bacterias positivas para nuestra salud. Son los probióticos dermatológicos.

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