En España estamos bastante concienciados sobre la importancia de la salud bucodental, según el último estudio publicado por Sanitas. A pesar de este conocimiento por parte de la población española, la investigación ha demostrado que la mayoría de los padres no llevan a sus hijos al dentista hasta pasados los cuatro años de edad. Además, 6 de cada 10 niños han tenido algún problema dental que podría haberse evitado con una visita temprana al dentista.
La función del odontopediatra
El odontopediatra ejerce un papel fundamental en la salud infantil y perinatal, sus revisiones son orientativas y preventivas. Es el profesional que se encarga de ayudar a los padres y madres a establecer pautas de higiene bucodental necesarias para que el menor adquiera unos hábitos correctos, y goce de una boca sana durante toda su vida.
Lo ideal es que los menores vayan al dentista al menos una vez al año para salvaguardar la salud bucodental durante el crecimiento, minimizando futuros problemas dentales, consiguiendo que las posibles intervenciones durante la edad adulta sean más fáciles de solucionar y tengan un menor margen de error. El odontopediatra mantiene una interrelación con el resto de profesionales de la salud para salvaguardar la salud del niño.
Edad ideal para acudir al dentista por primera vez
Hasta no hace demasiado tiempo se consideraba que la primera visita al dentista debía ser una vez la dentadura estuviese completa, es decir, a los 3 años.
Actualmente, según la Sociedad Española de Odontopediatría, se recomienda que la primera visita al dentista de un niño sea al cumplir el primer año de vida, fijando desde entonces una revisión anual.
Estas citas tempranas se convierten en un gran elemento preventivo de futuros problemas relacionados con el desarrollo del menor como, maloclusión, mala posición de los dientes, problemas en el paladar o bruxismo, entre otros.
Estas primeras revisiones establecen hábitos saludables en las familias y tratan de forma temprana pequeñas anomalías como las llamadas “caries de biberón” evitando así que en un futuro se conviertan en problemas mayores.
Boca sana en la infancia
Instaurar buenos hábitos en la infancia relacionados con la higiene y la dieta evitan futuros problemas de salud bucodental.
Los dientes de leche comienzan a aparecer sobre los seis meses de edad, y aunque se trata de una dentadura temporal, son muy importantes. Con los dientes de leche masticamos los primeros alimentos. También son los encargados de guiar el crecimiento de los huesos de la mandíbula, y crear el espacio necesario para los dientes permanentes.
Por ello, es fundamental atender la higiene bucodental desde una edad temprana. Es necesario limpiar los primeros dientes del bebé con un cepillo suave y pequeño al menos dos veces al día.
Por otro lado, si el bebé tiene chupete, acostumbra a chuparse el dedo, realiza un empuje anormal de la lengua, entre otros posibles malas costumbres, hay que intentar acabar con ellas antes de que cumplan los dos años, y así evitar displasias esqueléticas y maloclusiones.
Alimentación y salud bucodental en la infancia
La lactancia materna aporta cantidad de beneficios para la salud del bebé, y reduce el riesgo de un gran número de enfermedades agudas y crónicas. La leche materna no ha sido asociada con las caries.
Es importante evitar el consumo de azúcar en niños y niñas. El azúcar es el principal responsable de las caries en la infancia, las bacterias usan el azúcar para producir ácidos, con el tiempo estos ácidos, pueden desgastar la capa de esmalte del diente y crear caries u otro tipo de infecciones dentales. Es fundamental que los niños adquieran el hábito de lavarse los dientes desde una edad muy temprana, y lo mantengan toda su vida.
Referencias
Sociedad Española de Odontopediatría https://www.odontologiapediatrica.com/
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