La salida de los dientes es una de las grandes preocupaciones de los padres de niños pequeños, tanto por las molestias que pueden ocasionar el bebé cuando salen como por si hay retrasos o no terminan de salir.
Después del primer diente, que suele salir alrededor de los 6-7 meses, preocupan sobre todo las muelas, las piezas que permiten masticar y triturar la comida cuando los niños empiezan a comer sólido. Estas piezas tienen una peculiaridad y es que, hay unas que son de leche, se caen y salen las definitivas y otras salen directamente sin pasar por la dentición de leche. Veamos cuándo sale -o se cae- cada una.
¿Cuántos y qué tipo de dientes tienen los niños?
En nuestra boca tenemos cuatri tipos distintos de piezas dentales:
•Incisivos. Localizados en la parte central de la dentadura, su función es cortar la comida al masticarla. Tenemos cuatro superiores y cuatro inferiores, tanto de leche como definitivos. Son los primeros que salen y que se caen.
•Caninos. Conocidos vulgarmente como colmillos, su función es desgarrar la comida. Se sitúan al lado de los incisivos y tenemos cuatro.
•Premolares. Sirven para masticar y tenemos ocho (cuatro abajo y cuatro arriba) Este tipo de muelas no existen en la dentadura de leche, salen de manera definitiva cuando se caen los molares de leche.
•Molares: Sirven para triturar y tenemos ocho de leche y doce definitivos, si nos salen las muelas del juicio.
¿Cuándo salen las primeras muelas de leche?
Todos los pediatras y dentistas coinciden en una cosa: la salida de los dientes es muy variable y, aunque existen estadísticas que nos pueden orientar sobre el momento en que empezarán a salir y caerse los dientes y muelas, el abanico es muy amplio. Es decir, que es tan normal ver a un niño de seis meses con cuatro dientes como a uno de un año con ninguno. El orden, en cambio, sí suele ser más rígido, aunque también puede variar ligeramente.
Primero salen dos incisivos abajo, más tarde lo de arriba, y después otros dos abajo y otros dos arriba. Una vez han salido todos los incisivos, suele haber un periodo de descanso de unos cuatro o cinco meses. Es entonces cuando empiezan a salir las primeras muelas de leche, primero las de abajo y luego las de arriba. Se trata molares, es decir, que sirven para triturar la comida. Esto suele ocurrir en torno a los 16 meses, entre los 13 y los 19 meses. Después de los caninos (colmillos), que salen inmediatamente después, alrededor de los 27-29, nacerán los segundos molares, de ahí que se las conozca como ‘las muelas de los dos años’.
Al cumplir los tres años, lo más habitual es que los niños tengan la dentición de leche completa y que no haya más novedades hasta que empiecen a caerse los de leche.
¿Cuándo sale las muelas definitivas?
Cada diente temporal se recambia por su homólogo permanente, excepto los molares temporales que se sustituyen por los premolares, porque, como aclaran en la web En familia de la Asociación Española de Pediatría, “los molares permanentes emergen en la zona posterior de la arcada dentaria, sin que exista un predecesor temporal”, no sustituyen a ningún diente de leche. Los primeros molares permanentes suelen nacer entre los 6 y los 8 años, coincidiendo en el tiempo con el recambio de los primeros dientes de leche por dientes definitivos, los incisivos.
El siguiente movimiento en torno a las muelas tendrá lugar cuando se cambien los primeros molares de leche. Esto ocurre en torno a los 10 años, y los molares que se caen no se sustituyen por molares permanentes, sino por premolares. En torno a los 11 años, se sustituirán los segundos molares de leche por los segundos premolares permanentes, y un año después, en torno a los 12 años, saldrán los segundos molares definitivos.
Los terceros molares, conocidos como ‘muelas del juicio’, aparecen en la edad adulta, y en algunos casos (un 10%) ni siquiera salen. En torno al 25% de los adultos nunca llega a tener la dentición competa porque le falta alguna muela del juicio.
¿Cuándo consultar al pediatra o al dentista?
En el momento en que empiezan a salir los dientes, es recomendable acudir al dentista con regularidad para vigilar su salud dental. De este modo, el odontólogo detectará de manera precoz cualquier problema que pueda surgir con la salud de las muelas. Además, debemos consultar ante excesivas separaciones y apiñamientos y ante cualquier retraso que consideremos excesivo para comprobar si tiene todas las piezas dentales. Y es que, aunque no es muy habitual, en algunos casos, hay dientes que no salen. De hecho, como cuentan en su blog Dos Pediatras en Casa, “la ausencia de algún diente (sobre todo los incisivos laterales) es frecuente (hasta un 6% de personas) y suele asociarse a un origen genético”.
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