Los ejercicios que hay que hacer para que la gripe no termine en neumonía

En contra de la creencia popular, de que ante una gripe lo mejor es meterse en la cama y no moverse, existen una serie de ejercicios capaces de mejorar la capacidad pulmonar y evitar la evolución y el empeoramiento de la enfermedad. 
Ante una gripe, podemos llevar a cabo unos ejercicios respiratorios para mejorar la capacidad pulmonar.
Ante una gripe, podemos llevar a cabo unos ejercicios respiratorios para mejorar la capacidad pulmonar.
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Ante una gripe, podemos llevar a cabo unos ejercicios respiratorios para mejorar la capacidad pulmonar.

En España, aún está muy extendida la creencia de que ante una gripe fuerte, sólo debemos parar y 'esperar a que pase la tormenta'. Sin embargo, hemos entrevistado a una especialista que nos explica por qué el ejercicio físico es el aliado perfecto contra esta enfermedad típica del invierno.

Obviamente, no se trata de cualquier ejercicio, sino de algunos específicos en la dirección de mejorar la capacidad pulmonar del paciente, para que la recuperación sea lo más rápida y satisfactoria posible. 

Si le ponemos freno a tiempo, tendremos muchos puntos a favor para evitar que el proceso acabe convirtiéndose en neumonía, al mejorar la capacidad de recuperación en caso de infección respiratoria.

Ejercicios a medida, sin forzar, cuando tenemos gripe

Como nociones básicas a la hora de llevar a cabo algún ejercicio mientras atravesamos un periodo de gripe, saber que no hay que dedicarles la misma intensidad que si no tuviéramos una infección respiratoria. Si lo hacemos, podríamos marearnos y conseguir que el remedio fuera peor que la enfermedad.

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Con una infección respiratoria, conviene hacer ejercicios pero con una intensidad baja.
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Como nos cuenta la especialista y miembro de la plataforma Doctoralia, Guacimara Hernández, "llevar a cabo algunos ejercicios sencillos, pero de forma constante durante el proceso, es básico para que una gripe no acabe en neumonía".

Al practicarlos de forma regular, con calma, estaremos ayudando a nuestro organismo a recuperar las fuerzas y mejorar la sintomatología. En general, y aunque hay algunos ejercicios recomendados que se practican en posición horizontal, lo mejor es hacerlos sentados, puesto que de esta manera podremos respirar mejor.

1. Respiración con apnea, en posición sentada

Para realizar este ejercicio, y conseguir el efecto deseado de aumento de la capacidad pulmonar, "el afectado de gripe debe sentarse con la espalda recta. A continuación, y en estado de relax, debe inspirar por la nariz, hacer una apnea de 2 o 3 segundos, y soplar lentamente por la boca dibujando una 'u' con los labios", explica la experta consultada.

Hacer una apnea de dos o tres segundos en la respiración es beneficioso en caso de gripe.
Hacer una apnea de dos o tres segundos en la respiración es beneficioso en caso de gripe.
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Aunque lo ideal en este caso es realizar 10 repeticiones de este movimiento, dos veces al día, es muy posible que el paciente sienta fatiga. En ese caso, tendrá que comenzar con menos repeticiones, e irlas aumentando a medida que se vaya sintiendo más fuerte.

2. Respiración abdominal o diafragmática, tumbados

El segundo ejercicio aconsejado para mejorar la respiración en un proceso gripal se realiza tumbados boca arriba. "Las rodillas deben estar flexionadas y los pies apoyados por completo en la colchoneta".

Con el objetivo de saber si lo estamos haciendo bien, es importante "colocar nuestras manos sobre el abdomen, para comprobar que la tripa sube al inspirar, y baja al expirar. El aire se coge por la nariz y se expulsa por la boca, muy lentamente", comenta Hernández.

Con las manos sobre el abdomen controlamos que el vientre sube al inspirar, y baja al expirar.
Con las manos sobre el abdomen controlamos que el vientre sube al inspirar, y baja al expirar.
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Para quienes puedan y se atrevan, estas inspiraciones pueden acompañarse por el movimiento de los brazos, en paralelo al cuerpo, subiéndolos hasta llegar por detrás de la cabeza, rectos y extendidos. Los brazos se bajan en el momento de la expiración. Otra modalidad es hacerlo en cruz, dibujando un círculo", añade.

Para finalizar, un consejo práctico: si durante estos ejercicios aparecen las ganas de toser para expulsar alguna secreción, debemos incorporarnos, inspirar profundamente y toser.

Alimentos para fortalecer las defensas 

Como complemento a los ejercicios, la farmacéutica y dietista nutricionista Salena Sainz (fundadora de Naturae Nutrición), propone reforzar el sistema inmunológico cuando se atraviesa un proceso gripal con los siguientes alimentos.

Unos tomates rojos, con buen sabor y sabrosos, tampoco parece ser lo común en Estados Unidos y por eso es algo que supone un lujo en el país, según los usuarios.
Los tomates ayudan a minimizar las infecciones respiratorias.
Pixabay/LoggaWiggler

Los fitonutrientes presentes en las frutas y verduras de colores vivos, tales como tomates, pimientos, zanahorias y batatas, “no solo aportan una variedad de vitaminas y minerales esenciales, sino que también actúan como antioxidantes que pueden ayudar a neutralizar los radicales libres y potencialmente reducir el riesgo de infecciones”, afirma la nutricionista.

Otro gran aliado para combatir la gripe, y que no pase a mayores, es la vitamina C. "El kiwi, las fresas, las grosellas o los pimientos rojos, además de las frutas cítricas, son reconocidas por su función antioxidante y su capacidad para apoyar al sistema inmune. Mejor en crudo, para que no pierdan propiedades al cocinarlos".

Zanahorias
Las zanahorias contienen vitamina A.
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Para finalizar con sus recomendaciones, Salena Sainz sugiere tener en cuenta las vitaminas A y E. La primera (presente en verduras de hoja verde, zanahorias y el pescado) protege las mucosas respiratorias, contribuyendo a la integridad de las superficies que forman la primera línea de defensa contra patógenos inhalados

En cuanto a la vitamina E, que se encuentra en el aceite de oliva, las semillas y los frutos secos, "ayuda a proteger las membranas celulares contra el estrés oxidativo".

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