La actriz Amy Schumer ha vivido en los últimos días el lado negativo de las redes sociales. Los detractores ocultos tras estas plataformas no tuvieron reparo en criticar el estado físico de la actriz tras unas últimas fotos con motivo del rodaje de Un poco embarazada para Netflix. Schumer, harta de este tipo de comentarios no tuvo más remedio que desvelar su problema de salud: el síndrome de Cushing. Esta enfermedad rara tiene una incidencia de 2 a 4 casos por cada millón de habitantes y años según investigaciones del Hospital Ramón y Cajal en España.
Más allá del impacto negativo que pueden llegar a tener este tipo de comentarios en redes sociales, Schumer ha explicado que su cuerpo presenta un aspecto de obesidad por esta afección. Y, es que, el síndrome de Cushing es un trastorno que aparece cuando el cuerpo produce demasiado cortisol, que puede ser por una causa natural o debido a que la exposición prolongada a un tratamiento con corticoides.
En el caso de que este trastorno se produzca por un exceso de producción del propio cuerpo de cortisol o de adrenocorticotrópica, la hormona que regula la producción de cortisol, puede tener varios desencadenantes. Un ejemplo de ello es la aparición de un tumor en la glándula pituitaria, una enfermedad primaria de las glándulas suprarrenales o bien un tumor que está secretando hormona adrenocorticotrópica.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Cushing?
Aunque existen diferentes síntomas entre hombres y mujeres que sufren este síndrome, hay algunos signos comunes en todas las personas que padecen Cushing. Algunos de los síntomas usuales de esta enfermedad son:
- Joroba de grasa entre los hombros.
- Cara redonda o cara de luna llena.
- Estrías de color rosado.
- Hipertensión arterial.
- Pérdida de masa ósea.
- Diabetes tipo 2.
En el caso de tratarse de una mujer la persona que sufre este trastorno, además de los anteriores, algunos de los síntomas más comunes son el hirsutismo, o vello corporal y facial más grueso y visible de lo normal, o la irregularidad de la menstruación. En el caso de los hombres, el Síndrome de Cushing puede ir ligado a la disminución de la fertilidad, del deseo sexual o a disfunción eréctil.
Diferentes formas de tratamiento
Para detectar este síndrome, el paciente debe someterse o bien a un análisis de orina, de sangre o de saliva, muestras del seno petroso o pruebas por imágenes.
Los tratamientos pueden ir desde medicación vía oral hasta cirugía o radioterapia. Al tratarse de una enfermedad que aparece ante un exceso de cortisol, es posible que el especialista reduzca la dosis de corticoides en el caso de que se estén consumiendo.
En el caso de que el exceso de cortisol se produzca por un tumor en la pituitaria se puede proceder a la extracción de los tumores de esta a través de la nariz por cirugía. La radioterapia se utiliza cuando no se pueden extraer por completo los tumores de la pituitaria, por lo que se complementaría el tratamiento con radioterapia en pequeñas dosis.
El tratamiento a través de medicamentos se utiliza cuando no han funcionado ni la cirugía ni la radioterapia, por lo que a través de medicinas se intenta reducir los signos y síntomas del Síndrome de Cushing. Para controlar la producción excesiva de cortisol en la glándula suprarrenal se puede emplear ketoconazol, mitotano (Lisodren) y metirapona (Metopirona).
¿Qué medicamentos pueden causar el síndrome de Cushing?
Como se ha comentado, este síndrome de Cushing puede llegar como consecuencia de un exceso de medicamentos como los glucocorticoides o corticosteroides. Según la Biblioteca Nacional de Medicina NIH, cuando ocurre esta situación se denomina síndrome de Cushing exógeno. Estos tipos de fármacos son conocidos por sus nombre de prednisona, dexametasona y prednisolona y están indicados en enfermedades como asma, inflamación de la piel, cáncer, enfermedad intestinal, dolor en las articulaciones y artritis reumatoidea.
Estos medicamentos nacen de apoyo al organismo debido a sus propiedades antiinflamatorias e inmunosupresoras, pero su uso prolongado puede tener efectos secundarios significativos. Por lo general, los glucocorticoides, también conocidos como corticosteroides, son un tipo de hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales, específicamente por la corteza suprarrenal. Estas hormonas desempeñan un papel crucial en una amplia gama de funciones fisiológicas en el cuerpo humano. Algunas de sus funciones incluyen:
- Regulación del metabolismo: Los glucocorticoides pueden influir en el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas, lo que afecta la forma en que el cuerpo utiliza y almacena nutrientes.
- Regulación de la respuesta al estrés: Los glucocorticoides son conocidos por su papel en la respuesta al estrés, ayudando al cuerpo a adaptarse y enfrentar situaciones estresantes.
- Función antiinflamatoria e inmunosupresora: Los glucocorticoides tienen propiedades antiinflamatorias potentes y pueden suprimir el sistema inmunológico, lo que los hace útiles en el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias y autoinmunes.
Como se comenta, en determinadas enfermedades, el cuerpo necesita dosis más elevadas para afrontar las afecciones. Así pues, es importante utilizarlos bajo la supervisión de un profesional médico y seguir las indicaciones adecuadas para evitar un efecto secundario e importante como el síndrome de Cushing.
Referencias
Síndrome de Cushing: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000410.htm
Vargas, M. L., & Da Costa, C. V. (2009). Prevalencia, etiología y cuadro clínico del síndrome de Cushing. Endocrinología y Nutrición, 56(1), 32-39. https://doi.org/10.1016/s1575-0922(09)70191-3
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