Síndrome de Cushing, ovario poliquístico y otras causas del hirsutismo: qué es y cómo tratarlo

Se conoce como hirsutismo al trastorno por el cual crece una cantidad excesiva de vello oscuro en la cara, espalda o abdomen de la mujer. Habitualmente esta reacción aparece por un exceso de hormonas masculinas, especialmente testosterona. 

Aunque el hirsutismo es el crecimiento excesivo de vello en zonas del cuerpo de la mujer donde habitualmente no suele aparecer, como la parte interna de los muslos, espalda o cara, puede ir acompañado de otros síntomas como calvicie, engrosamiento de la voz, acné, disminución del tamaño de los senos o aumento del tamaño del clítoris. 

¿Cuáles son las causas del hirsutismo?

Existen factores de riesgo a la hora de desarrollar este trastorno, como antecedentes en la familia o padecer obesidad, que estimula la producción de hormonas masculinas. 

Entre las causas identificadas del hirsutismo se encuentran algunos síndromes como el del ovario poliquístico, que provoca desequilibrios hormonales o el del síndrome de Cushing, que provoca una producción excesiva de la hormona cortisol.

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La hiperplasia suprarrenal congénita, una enfermedad hereditaria que provoca la producción anormal de esteroides es otro de los desencadenantes del hirsutismo. 

Existen algunos tipos de cáncer que segregan andrógenos en los ovarios y que por tanto puede provocar hirsutismo, al igual que algunos tipos de medicamentos para la endometriosis o a base de andrógenos.

Tratamientos para el hirsutismo

Habitualmente se suele tratar el hirsutismo con tratamientos hormonales o cremas. La píldora anticonceptiva y otros medicamentos con estrógeno y progestina regulan la producción de hormonas femeninas. 

Si los anticonceptivos orales no son suficientes para tratar el exceso de vello facial se suelen recetar antiandrógenos, que suelen hacer efecto en menos de seis meses de tratamiento, aunque pueden traer efectos secundarios irregularidades menstruales. También existen cremas que se aplican dos veces al día en la zona afectada y ayuda a retrasar el crecimiento del vello, aunque no lo elimina. 

Se puede erradicar el crecimiento del vello a través de la fotodepilación, que con luz altamente concentrada consigue dañar los folículos pilosos o a través de electrólisis, tratamiento por el cual se introduce una aguja en cada folículo piloso para destruirlo.