Qué es el 'cocooning' y por qué cada vez más gente lo practica pese a los peligros para la salud

Quedarse en casa el mayor tiempo posible y reducir las relaciones interpersonales puede acarrear riesgos para la salud mental que pasan desapercibidos en mensajes superficiales donde prima el consumismo y la generalización de las circunstancias vitales.
Su diseño aporta un toque 'techi' a la decoración de casa.
Reducir el tiempo de salir de casa así como las relaciones interpersonales puede acarrear trastornos mentales de diversa consideración a medio y largo plazo.
Freepik
Su diseño aporta un toque 'techi' a la decoración de casa.

La fiebre por los anglicismos llegó a España mucho antes de la pandemia por covid-19: ya comíamos ‘cupcakes’ e íbamos al ‘gym’. Lo que sí trajo el confinamiento fue el ‘cocooning’: hacer de tu hogar un refugio y por ende practicar el distanciamiento social que en un tiempo había sido obligado. Una idea que de entrada resulta atractiva, pero que puede desencadenar efectos indeseados en la salud mental que hay que conocer.

‘Cocooning’, derivado de ‘cocoon’, capullo en inglés, y también traducible como los verbos amparar o resguardar, vino a hablarnos de las bondades de crear un hogar confortable, cuidando la decoración y limitando las relaciones interpersonales. Un concepto de oasis privado que durante la pandemia también promulgaba mensajes consumistas dirigidos a una parte muy selecta de la población, dado que fue un momento en el que muchos trabajos se tambalearon y en el que la clase media española sufría el enésimo revés desde la crisis económica de 2008.

Conectando un Chromecast al puerto HDMI, se puede convertir un televisor normal en uno inteligente.
Practicar el 'cocooning' puede tener ventajas siempre que se realice sin limitar el contacto con el exterior.
StockSnap de Pixabay

Convertir tu hogar en esa fortaleza que promulga el ‘cocooning’ se mezclaba con otro anglicismo, el ‘nesting’ (nidificar): comprar la decoración más ‘cool’ para recibir a tu círculo íntimo. El problema es que mientras “creas tu rincón de lectura” y compras las plantas más bonitas, cala el mensaje de un exterior agresivo del que hay que refugiarse sin tener en cuenta qué consecuencias podría acarrear para la salud mental de una parte considerable la población.

¿Qué consecuencias psicológicas puede acarrear el ‘cooconing’?

Diversos estudios científicos que analizaron el impacto del confinamiento en la población durante la pandemia del covid-19 confirmaron la existencia de una amplia variedad de trastornos de salud mental. En estos no solo influía la falta de libertad de movimientos, sino la limitación de la interacción social que, si bien se trasladó en la medida de lo posible a las pantallas de móviles y ordenadores, seguía provocando una fuerte frustración que se traducía en síntomas diversos, también físicos.

En población adulta se reportó un porcentaje alto de casos de depresión, estrés, apatía, insomnio o agotamiento emocional. Durante el confinamiento se puso el foco especialmente en la población infantil y adolescente, evidenciándose síntomas de estrés agudo, trastorno de adaptación y estrés postraumático.

¿Hay un perfil social especialmente en riesgo?

Un anciano cansado y estresado con la mano en la cabeza.
Un hombre cansado y estresado con la mano en la cabeza.
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Las bondades del ‘cocooning’ se enfatizan para aquellas personas que suelen tener ritmos de vida acelerados, para las que se recomienda rebajar el estrés y disfrutar del tiempo de ocio en casa, practicando hábitos relajados como leer, cocinar, etc. El problema es cuando el mensaje se generaliza como si la población tuviese ritmos de vida, condiciones socioeconómicas y relaciones interpersonales similares.

Las personas que teletrabajan en jornada completa o parcial se ven obligadas a permanecer en sus casas en un porcentaje mucho mayor que las que acuden a un espacio de trabajo. Promulgar el ‘cooconing’ en estos casos supondría reducir la vida relacional a extremos poco aconsejables.

Cuando el círculo social es ya de por sí reducido, las supuestas ventajas del ‘cocooning’ y el ‘nesting’ podrían suponer que esa persona en concreto acabe abandonando su contacto con el exterior totalmente, aumentando así la tendencia a sufrir episodios depresivos. Lo mismo ocurriría con la tercera edad que vive en muchas ocasiones situaciones de soledad no deseada y abocada, por tanto, también a sufrir depresión y a otros efectos colaterales, como que se acelere su deterioro cognitivo.

Referencias

Broche-Pérez, Y., Fernández-Castillo, E. y Reyes Luzardo, D.A. (2020). Consecuencias psicológicas de la cuarentena y el aislamiento social durante la pandemia de COVID-19. Revista Cubana Salud Pública. Vol.46. https://www.scielosp.org/article/rcsp/2020.v46suppl1/e2488/es/

Ortega, A. (s.f.). El vaciamiento de la clase media. Real Instituto Elcano [blog]. https://www.realinstitutoelcano.org/blog/el-vaciamiento-de-la-clase-media/

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