Pocos equipos deportivos, sean de la disciplina que sean, son tan ciclotímicos como Ferrari. En el GP de Bahréin han demostrado que pueden pasar de un más que posible doblete a un tercer puesto y gracias, en el que quien ha dado la cara ha sido el héroe del día y posiblemente de lo que va de temporada 2019.

Lo de Charles Leclerc es uno de los desenlaces más crueles que se recuerdan en la época reciente de la Fórmula 1. El monegasco se ha ganado tener un carro cada vez más lleno de fans, y en Sakhir ya demostró que no le tiemblan las 'canillas' a la hora de plantarle cara a todo un tetracampeón del mundo, cuya actuación en un circuito donde ha ganado cuatro veces ha sido, sin paliativos, paupérrima.

Va a parecer que le tengo manía a Vettel, porque ya le di un buen 'tantarantán' tras la carrera de Australia, pero cada día me genera más dudas. ¿Cuándo va a aparecer el talento que convirtió la Fórmula 1 en la 'Fórmula Vettel' durante cuatro años? ¿Qué ha ocurrido con el joven alemán al que llamaban el heredero de Michael Schumacher? Vettel cierra la disputa de la segunda carrera del Mundial de Fórmula 1 con cuatro juegos de neumáticos destrozados, lo que a la postre le impidió tener un recambio útil para el último relevo de la carrera. Los cuatro, por sendos fallos propios y no ajenos.

No me creo que haya olvidado pilotar. Vettel tiene un talento inconmensurable... siempre que no le toque las palmas un compañero de equipo con algo de colmillo. Le pasó en su último año en Red Bull con Daniel Ricciardo, y le está ocurriendo este año con Charles Leclerc. El monegasco ha demostrado en sólo dos carreras que no hay órdenes de equipo que valgan, y que está en condiciones de rebatirle el papel de primer piloto de Ferrari.

La pelota está ahora en el tejado de Mattia Binotto, jefe de la Scuderia. ¿Cuántas carreras le va a dar de margen a Vettel para que deje de abochornar a los miles de tifosi que ven la Fórmula 1 en todo el mundo? ¿Cuántas carreras necesita ver a Leclerc para confirmarle como su mejor arma esta temporada? ¿Acaso ha adoptado el carácter, además del bigote, de Ned Flanders?