PEPA BUENO. PERIODISTA
OPINIÓN

¿Cuándo se jodió Europa?

Pepa Bueno.
Pepa Bueno.
JORGE PARÍS
Pepa Bueno.

Cuando se publique esta columna estaré a punto de viajar a Roma en busca del siguiente sobresalto. A Londres acudimos hace cinco meses convencidos de que ganaría la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Lo aseguraban todas las encuestas y lo reconocía en la BBC a las doce de la noche con el escrutinio ya en marcha el líder de UKIP Nigel Farage –uno de los inventores y más férreos defensores de las ventajas de irse–. Lo vi en directo y me fui a la cama convencida. Apenas tres horas después un compañero llamaba a mi habitación del hotel: "Levántate, que esto se ha dado la vuelta y gana el brexit".

En Italia se vota una reforma de la Constitución que da más poderes al Gobierno y se lo resta al Senado y a las regiones. Pero en realidad el referéndum se ha convertido en una consulta sobre el primer ministro, Mateo Renzi, que anunció que si perdía se iba. Y entre la tentación de mantener lo que hay o hacerlo caer parece que también Italia se inclina por el golpetazo en el tablero, que caiga el gobierno y que sea después "lo que dios quiera". Si hay elecciones, los tres partidos de la oposición, se supone que cualquiera de los que podrían ganarlas al tumbar al actual, quieren revisar su relación con la Unión Europea e incluso con el euro. Un ‘italexit’. Adiós, Europa, ahí os quedáis.

Pensaba aquellos días en Londres, y ahora camino de Roma, en qué momento decir Europa dejó de significar democracia, bienestar y derechos. En los años 80 o 90 ver aparecer la bandera azul con las estrellas amarillas por cualquier camino de Extremadura significaba que en poco tiempo habría allí una carretera que engancharía mi tierra al desarrollo, al progreso y a la cultura. Nada de eso queda ya en el imaginario de los jóvenes europeos. Para los que se han hecho adultos en los últimos diez años, especialmente en el sur, decir Bruselas es decir crisis, austeridad, recortes en Educación, en Sanidad y sobre todo recortes de expectativas. Trabajos mal pagados y emigración. En realidad su único cordón umbilical con el viejo proyecto europeo ha sido la beca Erasmus. Y en la Europa del norte, la Europa rica, la extrema derecha ha ido inoculando el miedo al que llega de fuera, al reparto de la tarta, a la pérdida de la identidad o sus ahorros. Con estos argumentos un individuo llamado Norbert Hofer, que utiliza lemas de los nazis en los años treinta, puede convertirse en presidente de Austria también este domingo.

Que cada cual asuma la parte de responsabilidad que le toca en este desastre. El caso es que aquí estamos, asistiendo con impotencia al desmoramiento de un modelo imperfecto, como todos, pero que dio tantos años de bienestar y equilibrio que todavía hay millones de personas que se dejan la vida en el Mediterráneo por intentar vivir en esta vieja y desorientada Europa.

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