DAVID DE LA PEÑA
OPINIÓN

Mourinho, traicionado

David de la Peña.
David de la Peña.
SPORTYOU
David de la Peña.

El paso de Jose Mourinho por el Manchester United ha estado marcado por el constante debate sobre si la distancia que ha existido entre los triunfadores en la Premier League en las últimas temporadas con respecto a los red devils ha sido un problema de calidad individual, o si por el contrario, lo ha sido de falta de capacidad para potenciar los activos que había en la plantilla.

No puede decirse que el luso no haya tenido el apoyo de un sector muy amplio de Old Trafford, sino todo lo contrario. Tampoco que no haya habido otra parte de la afición que se haya posicionado claramente a favor de este despido, lo que ha derivado en un tira y afloja que no sorprende, puesto que ya ha ocurrido en el pasado, y que se explica teniendo en cuenta el fuerte carácter de Mou, con el que gana adeptos a pesar de que los resultados no sean los esperados.

La inversión en fichajes del Manchester United en los tres cursos que ha estado el luso en su banquillo -el principal argumento que ha esgrimido Mou para defenderse de las críticas- ha sido la siguiente: unos 185 millones de euros en su primera temporada con las incorporaciones de Bailly, Mkhitarian y Pogba como más destacadas, 198 en la segunda, con Lindelöf, Matic y Lukaku a la cabeza, y 82 en este curso con las llegadas de Dalot y Fred. En total, cerca de 465 millones de euros.

El Manchester City, por realizar la inevitable comparación, ha invertido en tres temporadas unos 600 millones de euros. Si contamos las ventas, el Manchester United ha hecho un gasto neto en fichajes de 350 millones, mientras que sus vecinos han invertido unos 447. Esos son los datos y a partir de aquí cada uno puede valorar si esos algo más de 100 millones de diferencia explican los 18 puntos de diferencia entre uno y otro en la tabla clasificatoria.

El debate Mou-Pep probablemente estará abierto, aunque no sucederá lo mismo para explicar los 19 puntos de desventaja con el Liverpool, cuyo gasto neto durante los mercados de fichajes en los que han coincidido Jürgen Klopp y Jose Mourinho ha sido de 86 millones de euros, sumando compras y ventas. Partiendo de la base de que hay un sinfín de aristas inabarcables, caso de comisiones de agentes, salarios de los futbolistas y liberación de fichas de los jugadores vendidos, parece que las cifras de base son lo suficientemente claras como para encontrar la raíz del problema: el juego.

Klopp y Guardiola han construido dos equipos modernos, dinámicos, y sobre todo, bajo una premisa clara: la memoria táctica se iba a establecer bajo la convicción de que su plantilla es superior a la del rival, y salvo adaptaciones concretas probablemente surgidas por sucesos de cada partido, cada futbolista iba a saber su función y rol semana tras semana de forma concreta. El propio Pep Guardiola, en una entrevista reciente con Jorge Valdano en la que se detenían en la figura de Johan Cruyff, explicó esto con gran claridad:

"Todo necesita un proceso. La gente decía: "¿Qué hace este tío?". Pero de eso aprendió, de que en la duda no iba al plan B, sino que intentaba reforzar el plan A. Necesitaba fortalecer sus convicciones", dijo sobre Johan, lección que él ha decidido aplicar con vehemencia. Y ahí es precisamente donde Mourinho ha fracasado en Old Trafford, ya que sus equipos campeones del pasado, bajo una u otra premisa, lo fueron gracias a haber sido construidos con convicciones claras y fuertes.

El gran ejemplo fue su Real Madrid 2011/2012 -incluso por encima de un Inter de Milán algo más camaleónico-, campeón de Liga en pleno apogeo del Barça de Pep Guardiola. Ese equipo diseñó un plan de juego constante y dominante, con Xabi Alonso, Marcelo, Benzema, Cristiano Ronaldo o Ángel Di María en roles definidos y concretos, que les hicieron crecer en lo individual y, por lo tanto, elevar lo colectivo hasta un nivel altísimo.

Sin embargo, hayan cuajado más o menos sus fichajes, la realidad es que su plan A en el Manchester United ha resultado ser siempre el plan B. Jose Mourinho ha llegado a desconfiar tanto de la calidad de su plantilla que para visitar al Burnley en Turf Moor, por poner un ejemplo, ha enfocado su planteamiento en la defensa del juego directo de Sam Vokes (un delantero inglés muy dominante en el juego aéreo, por supuesto, pero el delantero centro del Burnley), con la inclusión de Fellaini cerca de los centrales.

Así, día tras día, pongamos a Ander Herrera de central donde dice Fellaini, o marcas individuales al Ajax de Ámsterdam en una final (ganada) de la Europa League. Mourinho, el hombre que nunca dudaba, haciéndolo de domingo a domingo. Una traición a sí mismo durante el camino que le ha llevado, de forma inevitable, a quedarse muy lejos de la meta.

Todas las cifras han sido obtenidas de la web transfermarkt.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento